Durante los esfuerzos llevado a cabo por las autoridades de Chihuahua en la búsqueda de uno de los generadores de violencia más sanguinarios que ha tenido la región, José Noriel El Chueco Portillo Gil, se ha logrado dar con más pruebas incriminatorias contra el homicida de los dos sacerdotes jesuitas el pasado 20 de junio.
En la fosa donde se localizaron los restos del jugador de béisbol, Paul Berrelleza, se han encontrado los restos de dos cadáveres más; así lo confirmó la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGEC). El beisbolista fue secuestrado junto con su hermano por El Chueco el mismo día que sembró el terror en la comunidad de Cerocahui, tras un triple homicidio en un templo jesuita.
Luego de haber dado con la ubicación del lugar donde fue inhumado uno de los hermanos Barralleza, a través del llamado “Operativo Conjunto para el restablecimiento de la paz en Urique”, las autoridades lograron rastrear tres cadáveres, donde uno fue correspondiente al joven Paul Osvaldo.
Al momento, el personal de Servicios Periciales no ha determinado la identidad de las otras dos personas; no obstante, la localización de la fosa se dio gracias a la detención de dos individuos que contaban con orden de aprehensión. Se trata de José Pablo M. Q., alias El Barbas de 24 años de edad y Alfredo Evaristo A. L. conocido como El Chispa, de 36 años.
Ambos sujetos enfrentan cargos por delincuencia organizada, así como por desaparición de personas en su modalidad de ocultar y/o inhumar un cadáver con la intención de esconder la comisión de un delito.
El rastreo fue realizado por elementos de la Unidad Especializada en Personas Extraviadas de Ausentes y la Fiscalía Zona Occidente y de Servicios Periciales.
Por su parte, fue el pasado 7 de julio que gracias a los trabajos de inteligencia coordinados por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), La Guardia Nacional (GN), la Agencia Estatal de Investigación y la policía local, en el Cerro Colorado, se logró encontrar tres puntos de remoción de tierra donde se encontraba el cadáveres de Paul Osvaldo Berrelleza.
Su hermano, Jesús Armando Berrelleza, fue localizado con vida 17 días después de ser sustraído por El Chueco. De acuerdo con la información oficial, Noriel Portillo acudió al domicilio de los hermanos beisbolistas para cobrar venganza contra ellos por haberle ganado un partido al equipo que financiaba.
Luego de disparar contra Paul Osvaldo y sustraer a los dos hermanos, quemó la casa. Horas después se encontró con el guía de turistas Pedro Palma en un lujoso hotel de Cerocahui. Se desconoce la conversación que tuvieron, pero el desenlace fue la persecución de Palma, quien arribó a un templo en donde fue auxiliado por un par de sacerdotes jesuitas. Lo demás es historia.
Aquel 20 de junio, El Chueco cobró la vida de cuatro personas, cobijado por el poder y el control que llegó a ejercer sobre Urique al mando de Gente Nueva y con el respaldo del Cártel de Sinaloa.
La búsqueda de Noriel Portillo se ha cobrado la detención de 13 personas relacionadas a él, siendo los más recientes El Barbas y El Chispa. También fue detenido su primo, César Iván “N”, junto a otro individuo identificado como Humberto “N”, además de su abuelo. De todos los aprehendidos, siete ya han sido vinculados a proceso.
El Chueco sigue prófugo. Es señalado por el asesinado del joven estadounidense Patrick Braxton Andrew, la muerte del activista Cruz Soto Caraveo, así como por la desaparición en 2019 de Javier Muñoz Pérez, Juan Antonio Martínez Parra y Rubén Flores Cisneros.
Viernes 15 de julio de 2022.
infobae.