Hoy, 11 de febrero de 2021, la Iglesia celebra la memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, a la que San Juan Pablo II asoció la Jornada Mundial del Enfermo.
Han pasado 162 años desde el 11 de febrero de 1858, día en que la Santísima Virgen María, una «dama» muy hermosa vestida de blanco, se apareció a la pastora Bernadette Soubirous, en los Pirineos franceses, en la Gruta de Massabielle, junto al río Gave. cerca de la localidad de Lourdes. Ese primer milagro marcó la vida de la niña (tenía apenas 14 años), quien tuvo el privilegio de hablar con Nuestra Señora, quien se le apareció 18 veces, convirtiéndose en mensajera de Sus palabras.
En un siglo de incredulidad, en una nación dominada por el ateísmo, que fue Francia en el siglo XIX, María se proclama Inmaculada y comienza una serie de milagros que son la disculpa más elocuente de lo sobrenatural. El dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María se había proclamado durante solo cuatro años. Pero a las discusiones a favor y en contra que continuaron sin embargo, Nuestra Señora les puso fin, confirmando el dogma y se apareció a una humilde pastora, también en este caso se cumplió lo que Jesús dijo: «Te bendigo, Padre, Señor del cielo y tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes y las revelaste a los pequeños «. (Mt 11,25). El 25 de marzo de 1858, Nuestra Señora se manifestó por última vez diciendo: «Soy la Inmaculada Concepción».
En Massabielle, como en Belén y Getsemaní, la roca de la Gruta tiene un fuerte significado simbólico, porque la Gruta que alberga la estatua de la Virgen María significa protección, refugio y solidez para construir un nuevo futuro. Representa el abrazo del Señor, que es nuestra roca, la fortaleza en la que refugiarse siempre. Sin haber estudiado nunca, Bernadette lo supo instintivamente y dijo: “Era mi cielo”.
La historia de Bernardita y la Santísima Virgen María de Lourdes es un ejemplo de fe y perseverancia, que llevó a la joven a ser declarada santa en 1933, confirmando el dogma católico de la Inmaculada Concepción. Tras el reconocimiento oficial de las apariciones por parte de la Iglesia Católica Romana, en 1862, pronto se erigió la primera iglesia, conocida como la Cripta, como había pedido la Virgen, se organizaron las primeras peregrinaciones, Lourdes inmediatamente se convirtió en un lugar mariano importante, numerosas curaciones y comenzaron las conversiones entre los muchos peregrinos. Luego, sobre la Gruta de las Apariciones, se construyó el Santuario que está compuesto por tres basílicas, para acoger al número cada vez mayor de fieles en peregrinación, que aún hoy, llegan por miles de todo el mundo, desafiando las enfermedades y la vejez.
Lourdes es el lugar donde cada creyente, al encontrarse con Jesús en la Eucaristía y en la oración personal, transforma su existencia, no solo en curación física, sino también en cambio espiritual.
por Vik van Brantegem.
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