Eugenia Jiménez Cáliz / ACN.- Los jesuitas de México se despidieron este domingo de su hermano el papa Francisco con una misa de agradecimiento “por tanto bien recibido”, celebrada en templo de San Ignacio de Loyola, en Polanco, ahí se recordó que “nos hizo desacomodarnos para un encuentro desde las periferias”.
Para acompañar a los religiosos seguidores de San Ignacio de Loyola, el obispo auxiliar Francisco Javier Acero de la Arquidiócesis de México pidió a los creyentes que hagan “humanos” a los sacerdotes porque a veces están en “otras ondas y otros rubros que no nos toca”.
En la misa concelebrada, José Francisco Méndez Alcaraz, socio del provincial de la Compañía de Jesús, en su homilía destacó que Jorge Mario Bergoglio desde que eligió el nombre de Francisco deseo dar respuesta a sus grandes preocupaciones “el cisma entre el individuo y la comunidad humana y la explotación desmedida en contra del medio ambiente”.
El Pontífice, subrayó el jesuita, siempre se manifestó por abrir las puertas para acoger a toda la humanidad especialmente a los más pobres, los más débiles y los más pequeños. Y también llamó a la conversión integral hacia la humanidad desde la misericordia
Acuño la palabra “misericordiados” que significa sentirnos amados, cuidados y aliviados, para ser misericordiosos con todo ser humano, puntualizó.
Méndez Alcaráz recordó los mensajes del papa Francisco cómo el ser capaces de compartir los bienes y de mirar el dolor. “Y que, incluir o excluir a la persona que sufre en los márgenes, en la orilla del camino, define cómo estamos plantados en la vida o somos buenos samaritanos o vamos por la vida como turistas indiferentes”.
Las realidades de nuestro México, dijo el jesuita como “las desapariciones forzadas, la migración, la violencia, la intolerancia, la injusticia, la corrupción, nos grita que hoy más que nunca tenemos que abrirnos a la misericordia, nuestro México requiere de un bálsamo que alivie, que mitigue los dolores que aminore la aspereza que se siente el estar bajo la intemperie de esta realidad, un aceite que ayude a los grupos más vulnerables a experimentar esperanza…”
El obispo auxiliar Francisco Javier Acero destacó la labor de los jesuitas en México y les pidió perdón por que en ocasiones algunos obispos no han comprendido su labor.
En esta semana la Provincia de la Compañía de Jesús difundió un video de la reunión privada que sostuvieron los jesuitas el 14 de febrero del 2016 con el papa Francisco durante su visita a México.
Ahí, Francisco los animó a seguir trabajando por la dignidad humana y que “no se termine negociando ésta en la cruz para que vivan mejor los que lo crucificaron”
Destacó que “México sufre. Pero México es grande, tiene cosas lindas, una riqueza impresionante una historia original casi única en América Latina”.