Un proyecto de ley que pretendía garantizar la igualdad y la oposición a la discriminación en Belice fue derrotado el mes pasado, luego que el Obispo Lawrence Nicasio y otros líderes cristianos expresaran su oposición a la forma en que la norma se refería a la orientación sexual y la identidad de género.
Mons. Nicasio dijo que el proyecto de ley habría creado un “nuevo colonialismo” con el que expertos internacionales podrían cambiar las leyes, valores y la cultura del pequeño país centroamericano que hace parte de la Commonwealth (Mancomunidad) británica.
El P. John Robinson, jefe de Guadalupe Media en Belice, dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que pese a la derrota de la norma “no tengo la ilusión de que la guerra haya sido ganada. Hay todavía una presión en la educación a todo nivel para aceptar la nueva ideología de género y así normalizar y promover el estilo de vida homosexual. Estoy seguro que habrá propuestas similares en el futuro”.
“Es importante recordar que la ley de igualdad de oportunidades es solo una parte de un movimiento más amplio de reingeniería social que es ampliamente promovido y financiado por entidades extranjeras”,
alertó.
Mons. Nicasio, Obispo de Belice y Belmopan, cuya diócesis cubre todo el país, dijo el 15 de septiembre en una carta que quienes promovieron el proyecto de ley “no viven en el país y no entienden nuestros valores, cultura, y no pueden dictar los términos de nuestras leyes”.
En enero la oficina de prensa del Gobierno de Belice explicó que el proyecto de ley era necesario para “prevenir la discriminación, el estigma y la violencia”. La norma pretendía regular “conductas específicas en áreas de la vida pública” respecto al “trabajo, la educación, el acceso a instalaciones, obtención de bienes y servicios, viajes y servicios públicos”.
La ley también habría establecido una comisión no judicial para “resolver disputas” y otros asuntos asistiendo al “gobierno, negocios y la comunidad para identificar y eliminar la discriminación sistemática”.
Mons. Nicasio explicó que la Iglesia Católica no apoyó el proyecto de ley porque habría infringido los derechos de los padres y le habría dado a la ley el poder de formar conciencias y opiniones, además de “confundir a los jóvenes de Belice respecto a la sacralidad de la sexualidad” que es un “un camino hacia la santa unión matrimonial y la concepción de los hijos”.
“El proyecto introducía la noción de que la humanidad tiene tres sexos en vez de dos, la noción de que la subjetiva identidad de género es más importante que el sexo dado por Dios e impondría en los habitantes de Belice la tarea de resaltar el género”,
dijo el Prelado.
También le habría dado un “poder sin precedentes” a la comisión no judicial de igualdad de oportunidades, que amenazaría la libertad de conciencia y la libertad religiosa.
Phillip Wright, obispo anglicano de Belice y presidente del Consejo de Iglesias, dijo que esta entidad no apoyaba el proyecto. La Iglesia Católica es parte de este consejo.
El grupo británico y pro LGBT, Human Dignity Trust, colaboró en la redacción del proyecto de ley y dijo en abril que era “el primero de su tipo en la región del Caribe”. También apoyó el proceso “de las consultas públicas de la legislación propuesta” para hacerlo comprensible “a todos los beliceños de a pie”.
Esta institución hace parte de la Equality and Justice Alliance, un consorcio de tres ONGs que recibió alrededor de 7.25 millones de dólares de la Oficina de Commonwealth y asuntos extranjeros del Reino Unido en 2018, para un programa de dos años.
El grupo también es financiado por el departamento diplomático de Canadá, el Global Affairs Canada; el Fondo de Igualdad sin Fronteras de la Tides Foundation, la fundación Open Society y el Sigrid Rausing Trust, entre otros.
El P. Robinson también dijo a CNA que está “muy agradecido por quienes se opusieron vigorosamente al proyecto de ley y que hicieron sonar las alarmas”.
“Encuentro muy preocupante que muchos católicos no se hayan dado cuenta del daño que esta ley habría hecho a Belice y que había renuencia en la Iglesia a tomar alguna acción”,
agregó.
“Agradezco especialmente a las iglesias evangélicas que fueron ampliamente responsables por oponerse y ayudar a derrotar a esta ley”,
concluyó el sacerdote.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Con información de Aciprensa/Redacción