Cambio de ciclo

Luis Losada Pescador
Luis Losada Pescador

Estaba Casado encantado con el “cambio de ciclo” hasta que llegó la imputación de Cospedal y el pasado volvió a amargarle el presente. Los ‘populares’ se las veían felices con su campaña contra el ‘indultazo’: una oportunidad para recuperar la calle arrebatada por Vox. Todo para un gobierno de “salvación nacional”, es decir, compartido con el PSOE, en la esperanza de hacer el abrazo del oso. O no, que diría el vasco. Primero porque no está claro quién abraza a quien. Y segundo, porque la concertación nacional es garantía de crecimiento de Vox, su gran amenaza electoral.

Así que el entusiasmo por el ‘cambio de ciclo’ se va agotando. Sin embargo, quien parece haber recogido el relevo es ‘su sanchidad’. Fin de la vacunación, crecimiento económico, fondos europeos, indultos y crisis de gobierno. Una vez amortizado Iglesias resulta insoportable una ministra de Exteriores que no es capaz de meter a España en la gira europea de Biden y que genera problemas con el vecino marroquí.

Porque el gobierno sabía que la petición podemita de libertad del Sahara era tocar fibra marroquí sensible. Y lo hizo. Y nos hicieron la ‘marcha verde’ 2.0. Y Laya lo repitió. Y le dio amparo al líder del Frente Polisario. Y ‘casualmente’ corre el rumor de que Marruecos abrirá las fronteras y hay avalancha en la verja. Y muchos descuentan una segunda invasión. Todo gracias a las grandes dotes diplomáticas de una canciller que en lugar de aplacar problemas los incendia.

Así que el run-run de su salida es cada vez más intenso. Y si Yolanda sigue insistiendo en incrementar el salario mínimo y tensando la cuerda con Escrivá es probable que también acabe su ciclo. Se acabó la fiesta del abrazo Sánchez-Iglesias. El nuevo ciclo es el de la recuperación y la estabilidad con la que el ‘cambia-colchones’ aspira a repetir presidencia. Y Podemos es un lastre que conviene ir soltando. Sobre todo ahora que sus posibilidades electorales están derretidas por la ‘guerra civil’ desatada tras la marcha del ‘macho alfa’.

El cambio de ciclo afecta hasta a Vox. Su estrategia de judicializar la política se ha visto truncada. El Supremo -que ya advirtió expresamente su incomodidad por su presencia partidista en el juicio del 1 de octubre- dice ahora que no pueden recurrir en lo contencioso decisiones del gobierno porque ya pudieron actuar políticamente. Técnicamente, que “carecen de legitimación activa”. Queda la calle. Y las instituciones. Y el discurso anti-inmigratorio. Curiosamente queda aparcado en segundo plano el asunto que les hizo nacer: su censura al ‘carajal autonómico’; un discurso con el que el 25% de los españoles se sienten identificados.

La política es cada día más cambiante, acelerada e interina. Las necesidades del pueblo, en cambio, son siempre las mismas…

 

El anzuelo del pescador

Rebelión autonómica. Madrid, Andalucía y País Vasco no acatarán la declaración de acciones coordinadas de Sanidad para la desescalada para evitar más ruinas de los pequeños establecimientos. Por supuesto, lidera Ayuso frente a la incapacidad y la falta de talante de Sanidad.

Catastrazo. El gobierno no planea actualizar el catastro sino inventarse un nuevo índice de referencia para Transmisiones Patrimoniales, Sucesiones y Donaciones. Traducción: hachazo fiscal.

Plus Ultra auxilia a Cubana. Una vez ‘atracado’ el erario español, la compañía de bandera venezolana auxilia financieramente a Cubana de Aviación. Todo en orden: Venezuela al servicio de la revolución cubana. Paga el contribuyente español.

 

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