El presidente Donald Trump dijo que líderes mundiales lo llamaron para felicitarlo en la noche de las elecciones pero luego, según él, llegó un “vertedero” de votos, y agregó que su equipo apelará las recientes pérdidas judiciales ante la Corte Suprema de EE. UU.
“De repente”, dijo en una entrevista con Fox Business el domingo, “pasé de ganar por mucho a perder por poco” en los estados clave.
“Muchos líderes extranjeros me están llamando para decirme que es la elección más desordenada que hemos visto”, dijo Trump luego.
El presidente mencionó las acusaciones de fraude electoral respecto a las irregularidades cometidas por los observadores electorales en Pensilvania, como ejemplo, que los observadores del Partido Republicano fueron “expulsados” de los centros de tabulación de votos el 3 de noviembre y en días posteriores.
“Los observadores electorales son muy importantes”, dijo Trump, y agregó que “los expulsaron de los edificios” en algunas ciudades, específicamente, en Milwaukee, Filadelfia y Detroit. “Los observadores electorales fueron expulsados (…) por maleantes”, comentó el presidente.
“Tenemos cientos y cientos de declaraciones juradas” de testigos que dijeron haber visto fraude o irregularidades. “Estas son personas respetadas (…) estas son personas cuyas vidas están en riesgo”, dijo Trump, y agregó que los jueces en algunos estados clave le dijeron que no está en “posición” de decir eso.
Los observadores electorales Justin Kweder y Kim Peterson —dos testigos en la audiencia del Senado republicano de Pensilvania— declararon que no pudieron observar adecuadamente nada en el Centro de Convenciones de Pensilvania.
“La Junta Electoral de Filadelfia procesó cientos de miles de boletas por correo sin supervisión u observación civil”, dijo Kweder.
Trump luego afirmó que algunas boletas en ciertas zonas tenían marcado el nombre del candidato demócrata Joe Biden y ningún otro candidato.
“Entraron en pánico y marcaron solamente a Biden en la parte superior” y no completaron nada más, dijo el presidente en la entrevista.
Al mismo tiempo, el sábado la Corte Suprema de Pensilvania revocó una orden de una corte inferior que impedía a los funcionarios electorales certificar los resultados de las elecciones presidenciales. En una opinión no firmada, la corte superior del estado decidió revertir la orden judicial temporal de la jueza de la Mancomunidad, Patricia McCullough, que hubiera impedido que el estado tomara más medidas para completar la certificación de la contienda presidencial.
Los abogados de Trump dijeron que apelarán ante la Corte Suprema de EE. UU.
En la entrevista de Fox el domingo, el presidente confirmó que su equipo apelaría el caso.
Varios secretarios de estado de algunos estados han dicho que no han encontrado evidencia de fraude o irregularidades que basten para revocar las elecciones.
Además de las disputas legales, los abogados de Trump han sugerido que las legislaturas estatales republicanas podrían votar para certificar sus propias listas de electores para enviar al Colegio Electoral.
“Estamos haciendo ambas cosas, con la misma velocidad y entusiasmo, y aprovechando cuál nos da la audiencia más rápido. Y cuál funcionará más rápido para nosotros”, dijo Giuliani en Newsmax, refiriéndose a la estrategia dual de presionar a las legislaturas estatales y presentar demandas. “Porque no tenemos mucho tiempo. Tenemos mucha evidencia; no tenemos mucho tiempo. Y nos enfrentamos a una gran censura, por lo que es muy difícil hacer llegar esta información al público”.
“La situación en Michigan era peor que la situación en Pensilvania”, afirmó Giuliani en la entrevista de Newsmax. ”La situación en Wisconsin fue escandalosa. Es decir, tienen todas estas boletas de voto en ausencia sin solicitudes. En Nevada, usaron una máquina que básicamente no funcionaba y dejaron pasar cada firma, aunque es ilegal usar una máquina”.
Con información de The Epoch Times/Jack Phillips
