La situación de conflicto parece agravarse en la diócesis de Almería, con dos frentes: la auditoría a las cuentas de la diócesis que ha solicitado el actual obispo, monseñor Antonio Gómez Cantero, y la situación personal del obispo emérito, Mons. Adolfo González Montes, que en la curia de Almería se califica ya como “el primer obispo okupa”.
Religión Confidencial ha tenido acceso al burofax enviado el 3 de enero al obispo secretario de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, por el despacho de Abogados Exabe, en representación de la Plataforma Católicos Almerienses en Defensa de la Verdad. En el texto se pone en conocimiento de la Conferencia Episcopal Española una serie de hechos que -según el documento- podrían llegar a condicionar el desarrollo de la auditoría de las cuentas de la diócesis.
El escrito del despacho de abogados advierte de que, ante la mínima posibilidad de “materialización de cualquier falsedad o manipulación de datos, archivos, asientos contables, libros registros o cualquier otro documento fiscal o contable, nos veremos impelidos a actuar de la forma más diligente y ajustada a Derecho”.
Servicios externalizados
La Plataforma Católicos Almerienses en Defensa de la Verdad señala que el obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, ha tomado la determinación de “externalizar todos los servicios de personal del Obispado de Almería, traspasando la relación laboral a una sociedad mercantil”.
En segundo lugar, se solicita que “conforme a la normativa vigente”, “la comisión de asuntos económicos de la CEE tiene la obligación de requerir a Mons. Cantero información y justificación de idoneidad sobre los Sres. María Dolores Ana Caparrós Ponce y José Antonio Márquez Grajea, personal autorizado en cuentas bancarias de la diócesis desde la llegada de Mons. Cantero a Almería como coadjutor (vinculados a la asociación Providentia y a Mons. García Beltrán), así como sobre el empresario Matías Segura García, administrador único de siete sociedades mercantiles y miembro de su consejo de asuntos económicos”.
Obispo de Getafe
El documento se refiere en varias ocasiones al actual obispo de Getafe, Ginés García Beltrán. Afirma, entre otras cosas, que “se ha comprobado que alrededor de las 11.30h. del día 3 de enero de 2022”, con carácter previo “a la reunión prevista con el administrador de la constructora y de la empresa de transportes, el Sr. Moya Suárez, el Obispo de Getafe ha mantenido un encuentro privado con Mons. Cantero en el Obispado de Almería, a fin de gestionar de la forma menos lesiva para sus propios intereses la auditoría”.
Respecto a esa reunión, el escrito apunta a la “existencia de testigos dispuestos a personarse que dan fe de las manifestaciones expresadas en este escrito y que son la motivación que nos lleva a emprender las acciones legales oportunas contra el Obispo de Almería y en su caso contra aquellas personas que hayan colaborado en la perpetración de los posibles ilícitos penales referidos”.
La auditoría a la diócesis de Almería, según ha podido saber Religión Confidencial, fue tema del orden del día de una reciente reunión del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal, del que es miembro el actual obispo de Getafe, que fue vicario general y moderador de la curia de Almería desde 1996 a 2005.
Obispo ‘okupa’
El otro gran ámbito de conflicto es el referido a la situación personal del obispo emérito, Adolfo González Montes, que sigue viviendo en un ala del Seminario, hoy cerrado.
Según ha podido saber Religión Confidencial, en los últimos días González Montes ha recibido el aviso de que en breve dejará de contar con los servicios básicos para su atención. Esta decisión del actual obispo de Almería estaría motivada, según fuentes del obispado, por una indicación expresa de Roma –sin especificar su origen- de que el obispo emérito debe abandonar la diócesis.
En la Conferencia Episcopal Española señalan que, dado que parece que no es posible que este asunto se resuelva desde Almería, se está trabajando en varias alternativas posibles garantizando la dignidad de la vivienda y la honorabilidad del obispo emérito de Almería.
Almería se está convirtiendo en un lamentable caso sin precedentes en la Iglesia en España.