Cuando se funda la Diócesis de Torreón, en 1958, Rodolfo Reza es un alumno en el Seminario de Saltillo, quien juntamente con Rafael Romo y un buen número de alumnos, quedan inscritos a la Diócesis de Torreón, al fundarse esta Iglesia Particular.
El nuevo Obispo de Torreón, envió a sus seminaristas a completar sus estudios en New México y otros seminarios a donde le hacían un campo a los nuevos seminaristas.
El 23 de marzo de 1965, al cumplir 25 años de sacerdocio Dn. Fernando Romo, ordenó sacerdotes a Rodolfo Reza, Leonard Paskus, Fortino Pérez y José Rodríguez Tenorio, en el templo en Construcción de Cristo Rey, hoy parroquia.
En su largo ministerio sacerdotal se tocó con los jóvenes de Jornadas de Vida Cristiana, y pronto ingresó al Seminario de Santa María Reyna en colaboración con Francisco Castillo como Rector.
De ahí pasó al Seminario Regional del Norte, fundado por los obispos de la desaparecida Región Pastoral del Norte, con una sede en Chihuahua y otra en Ciudad Juárez. Mientras estaba en esta tarea, se inscribió en una universidad de los Estados Unidos para cubrir una licenciatura de psicología.
Después de tres lustros, regresó a Torreón, para cumplir tareas de pastoral parroquial en Concordia, como acompañante del P. Armando García Ojeda.
En ese tiempo viene la enfermedad de Dn. Fernando Romo que al disminuirle en sus fuerza físicas, se encuentra con un buen grupo de presbíteros responsables para seguirle dando camino a la Diócesis e incluso para encontrar la fórmula para influir, hasta en Roma, para nombrar a un Obispo que le ayudara, que fue Dn. Luis Morales Reyes, obispo habilidoso y táctico que siempre reconoció la trayectoria histórica de la Diócesis, y la de su personal, pero con firmeza para conducir los caminos pastorales descubiertos por el análisis de la realidad.
Por más de una década estuvo al frente de la Vicaría de Pastoral. Pronto se colocó como Rector del Seminario de Santa María Reyna, en Torreón desde donde impulsó la filosofía y la Teología, completando así el ciclo de Seminario Mayor y Menor Hace años, que viniendo de una reunión del Prado, en el aeropuerto de Paría, sufrió un resbalón que le envió a un hospital de aquel lejano país.
De regreso, siguió en la tarea pastoral aportando su rica experiencia.
En el año 2007, participó en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano.
Se le puede considerar como un suertudo, siempre visto con simpatía por los cuatro obispos de la Diócesis de Torreón.
Con información de Milenio Pbro. Jesús de la Torre T.
