Después de semanas de indiscreciones ha saltado otra cabeza en la curia: esta vez es el secretario de la Congregación para la Fe, el arzobispo Giacomo Morandi enviado por el Papa para ser obispo en Reggio Emilia, un obispado que acaba de estrenarse con la jubilación del muy estimado Massimo Camisasca.
Según el curial tam tam, la posición de Morandi en el ministerio de la fe había sido bastante inestable durante mucho tiempo. Su estrella se había empañado repentinamente por haber publicado el año pasado la respuesta doctrinal (negativa) sobre la bendición de las parejas homosexuales. Una aclaración teológica clara, coherente y precisa. Aunque contó (obviamente) con la aprobación del pontífice, algo sin embargo no debe ir sobre ruedas ya que el ‘Responsum’ ha creado bastantes repercusiones dentro de la Iglesia, especialmente en los sectores más liberales, hasta el punto de hacer necesaria una jugada sorpresiva de Bergoglio, materializada hoy con una suave remoción.
Desde hace años, en el mundo anglosajón y alemán, grupos «de base» piden modificar el Catecismo en la parte referente a la homosexualidad y al mismo tiempo pide formas de bendición para las parejas homosexuales. Mientras tanto, la Congregación de la Fe había recibido copiosas solicitudes de muchos obispos que pedían información sobre cómo comportarse en sus diócesis frente a varias parejas homosexuales. De ahí la necesidad de un ‘Responsum’ válido para todos los obispos del mundo que el año pasado cortaron definitivamente la cabeza del toro, prohibiendo estrictamente tales prácticas. El documento fue redactado por el propio Morandi quien, apoyándose en el patrimonio doctrinal, había aclarado perfectamente los límites pastorales de las peticiones.
Aquí está el pasaje central del documento:
«No está permitido impartir una bendición a las relaciones, o aun a las uniones estables, que implican una práctica sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer que son abiertos en sí mismos a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo (…) no hay base para asimilar o establecer analogías, aunque sean remotas, entre las uniones homosexuales y el plan de Dios para el matrimonio y la familia«.
El documento terminaba con la siguiente fórmula:
“El Sumo Pontífice Francisco, en el curso de una audiencia concedida al infrascrito Secretario de esta Congregación, fue informado y dio su consentimiento para la publicación del citado Responsum ad dubium, acompañado de una Nota Explicativa. » .
Inmediatamente después de su publicación por algunos diarios considerados cercanos a Santa Marta se aclaró que el Papa de ese documento, en esos términos, tal vez no sabía nada al respecto. De ahí la voluntad de desmarcar. Esta mañana, el resultado final de este caso contribuye a crear más fisuras y divisiones en la interpretación de la ‘doctrina correcta’.
“La alegría es el primer sentimiento profundo que más impresionó en mi corazón en el instante en que me fue comunicado el nombramiento”, dijo el nuevo obispo de Reggio Emilia Morandi. Su mensaje fue leído por su antecesor Massimo Camisasca quien convocó una convocatoria episcopal al mediodía para anunciar su despedida de la ciudad.
IlMessaggero.
