Leo Varadkar, primer ministro de Irlanda, hijo de inmigrantes indios y activista homosexual, parece disfrutar de perjudicar a la Iglesia irlandesa siempre que puede.
El último caso ha sido al prohibir la celebración de Primeras Comuniones y Confirmaciones en julio en buena parte del territorio, avisando de forma súbita e informal, para enfado de familias, parroquias y colegios que llevan preparándose y aplazándolo durante meses.
Previamente el Gobierno sí había anunciado que a partir del 5 de julio se podrían celebrar estas ceremonias, por lo que el brusco cambio ha perjudicado a familias, parroquias y escuelas..
Eamon Martin, presidente de los obispos irlandeses, arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda, ha expresado su indignación por haberse enterado de la prohibición por el tuit de un periodista. Cuando en una rueda de prensa reciente alguien preguntó a Varadkar qué pasaría con las comuniones a partir del 5 de julio, el político respondió, de forma despreciativa: «oh, se quedan fuera» (es decir, quedan prohibidas).
El periodista lo tuiteó y así se enteró el presidente de los obispos, porque nadie del Gobierno irlandés se molestó en consultar a la Iglesia, comunicárselo oficialmente ni cooperar con las diócesis de ninguna manera.
La falta de comunicación causa «frustración y rabia»
El arzobispo se declara «extremadamente contrariado» por esta actitud. Denuncia que la falta de comunicación del Gobierno con las iglesias ha causado «mucha confusión, frustración, decepción profunda y de hecho rabia» entre sacerdotes y parroquianos.
Martin, como obispo de Armagh, pastorea también parroquias que no pertenecen a la República de Irlanda, sino a Irlanda del Norte, y allí se están celebrando confirmaciones y primeras comuniones, con medidas de seguridad frente al coronavirus y precauciones, pero sin cortapisas.
Aunque hay preocupación por la variante delta del corovirus y un aumento de contagios en ciertas zonas, los obispos creen que prohibir directamente las celebraciones previstas para julio es un gesto arbitrario y exagerado del gobierno contra las comunidades católicas.
En la radiotelevisión pública irlandesa, el arzobispo explicó que «el departamento del Toaiseach [el primer ministro, Varadkar] nos escribió a principios de junio para decirnos que las celebraciones podrían hacerse [a partir del 5 de julio] y enfatizando que exhortáramos a las familias para que siguieran los consejos de salud pública».
Ahora, de repente, al acabar el mes, esas celebraciones quedan prohibidas y sin negociación ni comunicación oficial alguna.
¿Saben las familias hacer fiestas seguras tras la ceremonia?
Algunas voces han dicho que a las autoridades sanitarias les preocupaban las fiestas y reuniones familiares tras la ceremonia religiosa en sí, pero los obispos responden que los padres católicos, como todos los demás del país, saben mantener las distancias, reunirse en grupos más pequeños y proteger a sus seres queridos.
Este jueves, el obispo de Meath, Tom Deenihan consideró que la decisión del gobierno va «contra la libertad de culto» y que «es una decisión política tomada sin consultar con las autoridades eclesiales».
El obispo señala a los periódicos que informan de que las autoridades sanitarias (especialmente el doctor Tony Holohan) no recomendaron al Gobierno postponer las comuniones y confirmaciones. «Eso ha aumentado la confusión y rabia entre los que telefonean a la diócesis», dice el obispo.
Deenihan recuerda que las familias han reservado días festivos y gastos para estas fechas porque el Gobierno hace un mes decía que los festejos podrían celebrarse. Sobre el miedo a los festejos tras la ceremonia, dice: «estoy convencido de que a estas alturas los padres saben lo que es seguro, no pondrán en riesgo a sus familias y hay que confiar en ellos, en lo que pasa en sus propias casas». De hecho, así se hace al otro lado de la frontera, en Irlanda del Norte.
El obispo Deenihan va a ordenar que se pospongan las celebraciones pero muy contra su voluntad.
Señala también que «no es razonable prohibir los sacramentos a todo el mundo con el argumento de lo que podría pasar en algunos casos después. Esas medidas no se aplican en ningún otro sector de la sociedad. Otros lugares se abren o cierran en base a lo que pasa en ellos, y la Iglesia no pide nada más ni nada menos».
(Hay que detallar que este año las actividades del Orgullo Gay en Irlanda también han sido, sobre todo, online y no se han organizado grandes eventos masivos).
Dos meses casi sin muertos
Desde inicios de mayo casi no hay muertes por coronavirus en Irlanda, aunque desde el inicio de la pandemia 5.000 personas murieron con la enfermedad en Irlanda. En junio ha tenido una media de 20 personas en la UCI con coronavirus.
El primer ministro Leo Varadkar, de familia india no católica, homosexual activista e impulsor del aborto, suele disfrutar haciendo desplantes a las autoridades católicas. En 2018, al visitar al Papa, se dedicó a hablarle de los abusos en lavanderías eclesiales del siglo pasado. Ese mismo año aseguró que implantaría el aborto también en los 20 hospitales católicos de la República, aunque por ahora parece que no lo ha conseguido.
ReL.