* Estados Unidos, Francia, Alemania, Austria, Taiwán, Singapur…
Las ventas de armas y tecnologías por parte de 13 países, incluidos europeos, están permitiendo a la junta en el poder en Myanmar reforzar su capacidad represiva, triangulando en ocasiones con Singapur y Taiwán para asistencia y mantenimiento de suministros: informe de expertos de Naciones Unidas, lanzado hoy.
El documento fue difundido a pocos días del aniversario del golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, con el que los militares asumieron la dirección del país y arrestaron a Aung San Suu Kyi, consejera de Estado y ex Premio Nobel de la Paz.
En el informe, publicado por el Consejo Asesor Especial para Myanmar, se advierte a los países que suministran armas o tecnologías de «doble uso» que pueden ser utilizadas con fines militares.
Empresas de Estados Unidos, Francia, India, Japón, Austria o Alemania terminaron bajo acusación. «Un elemento igualmente importante», dice el informe, «sin embargo, es el hecho de que el ejército de Myanmar puede producir una variedad de armas dentro del país que se usan contra civiles».
En base a encuestas que utilizan fotografías satelitales, las fábricas ‘Kapasa’, abreviatura de Dirección de Industrias de Defensa, se mapean en el informe.
A estas plantas llegaban cebadores, miras ópticas o casquillos detonadores importados de India y China.
Las máquinas de control numérico por computadora fabricadas en Austria, Alemania, Japón, Taiwán y los Estados Unidos también contribuirían a la producción bélica.
Según la ONG Asociación de Asistencia a Presos Políticos (Aapp), más de 2.700 civiles murieron en los disturbios y enfrentamientos posteriores al golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, incluidos 277 menores.
Las personas detenidas, nuevamente según los activistas, serían en cambio más de 13 mil.
Por Vincenzo Giardina.
Roma, Italia.
PRESSENZA/DIRE.