Apenas celebró su 101 cumpleaños el 1 de febrero, el obispo emérito de Saltillo, Francisco Villalobos, presentó un «deterioro» de salud siendo hospitalizado para recibir atención especializada. Según informó la diócesis de Saltillo, el centenario obispo fue internado por recomendación de su médico.
El 27 de enero, Villalobos fue diagnosticado con el covid-19 sin presentar síntomas de la enfermedad. La vocería confirmó el resguardo del obispo en su domicilio sin afectaciones y sorprendió la rápida recuperación del longevo paciente de quien se decía estaría estar listo para la celebración de los 101 años de vida. El domingo pasado, la diócesis así lo confirmó: “Excelente estado de ánimo de Monseñor, ya recuperando vida normal, comiendo en su mesa, asintomático completamente”.
Sin embargo, tras seguir dando positivo a covid-19, los médicos recomendaron suspender la misa de acción de gracias para ser celebrada el 5 de febrero, pero el rápido optimismo pronto se convirtió en preocupación. Aunque el 2 de febrero se informó que el obispo estaba en condiciones estables de salud, normalidad en signos vitales y «no presenta síntomas derivados del covid-19», nuevos reportes confirmaron este 3 de febrero la «noche intranquila» de Villalobos, insistiendo en la normalidad de su signos vitales y sin complicaciones por el virus.
Más tarde, a las 15:30 hrs, el tono de la información cambió afirmando el «deterioro de salud» del paciente y trasladado para atención especializada sin afirmar o negar complicaciones derivadas del covid-19. La noche del 3 de febrero, un tuit del obispado saltillense confirmó el fatal desenlace del querido prelado. «¡Gracias por tanto! Esta noche ha partido a la casa del Padre Monseñor Francisco Villalobos, descanse en paz».
Esta semana, la Iglesia católica de México lamentó la pérdida de cuatro obispos eméritos. Tres por complicaciones derivadas del covid-19: Hermenegildo Ramírez Sánchez, prelado emérito de Huautla; Onésimo Cepeda Silva, emérito de Ecatepec y bajo esta posibilidad, el emérito de Saltillo, Francisco Villalobos Padilla.
La arquidiócesis de México igualmente lamentó la muerte del auxiliar emérito Antonio Ortega Franco, el 1 de febrero. Conocido como «El Santito», el también religioso de la Congregación del Oratorio de san Felipe Neri, dejó de existir a los 80 años por padecimientos preexistentes. Ordenado en 2004 al episcopado, fue auxiliar de la arquidiócesis primada de México hasta 2019 al ser aceptada su renuncia por motivos de edad. Descansen en paz.
Por Guillermo Gazanini Espinoza.