Ex seminarista e hijo de familia muy numerosa: hoy, diputado de ‘Vox’ en España

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Javier Pérez Gallardo tiene apenas 30 años pero ya afronta su segunda legislatura como diputado en la Asamblea de Madrid. Fue uno de los primeros miembros de Vox en la región, ocupa el cargo de secretario del partido en la Comunidad de Madrid y ahora intenta mejorar su país a través de la política.

No siempre fue así, porque durante años este joven madrileño sintió que Dios le llamaba a transformar el mundo siendo sacerdote. Durante años fue seminarista en Madrid, pero finalmente discernió que aquella no era la vocación a la que había sido llamado.

Pese a dejar el seminario, este católico terminó sus estudios de Teología y también la ingeniería de Edificación que aparcó en su etapa de seminarista.

Javier, séptimo de ocho hermanos de una familia profundamente católica, explica en una entrevista en La Razón las motivaciones que le han llevado al mundo de la política y la importancia de su fe en su trabajo diario.

“A mí me gustaba todo lo relacionado con la construcción y me hice ingeniero de la edificación. En Bachillerato ya sabía que quería hacer eso. A los 19 años quise entrar en el seminario, cuando estaba en segundo año de carrera y estudié Teología en la Universidad San Dámaso. Allí estuve cuatro años, cuenta el diputado regional de Vox.

Su etapa en el seminario la recuerda como “un tiempo muy bonito”. Según cuenta, en aquellos años aprendió mucho “y no solo por todas las personas que he conocido, sino también por el enriquecimiento personal y las experiencias que me llevo. Pero vi que lo de ser sacerdote no era lo mío y lo dejé en 2014. Aún así, acabé Teología y retomé mis estudios de Ingeniería. Por eso me dicen de broma: siempre puedes construir iglesias…”.

Al salir del seminario, este joven se preguntó “¿y ahora qué?”. Él mismo explica que “quería aportar mi grano de arena a la sociedad siendo sacerdote, pero cuando luego te das cuenta de que ése no es tu camino y te planteas: ¿qué puedo aportar para que este mundo sea mejor? En ese momento mi hermano mayor vino a casa diciendo que había nacido un nuevo partido, que lo formaban cuatro y que defendían lo que siempre decíamos cuando nos quejábamos. Se empeñó en que teníamos que conocerlo. Así que pensamos en ir a uno de los eventos de Vox”.

Javier Pérez, diputado de Vox

Fue aquel acto de Vox, cuando era un pequeño germen, y años después es diputado y un eslabón fundamental en la organización del partido en Madrid.

Javier Pérez asegura que lo que más le sedujo del partido fue “el espíritu de patriotismo, que  no hay que entenderlo como la obligación de ir a la guerra cuando tu país te necesita, sino de aportar lo mejor de ti para hacer una sociedad mejor. También todo el tema de la familia, del aborto, la defensa de la vida”.

Sobre la fe y el hecho de vivirla en España, este joven diputado asegura  que “ser cristiano hoy en día es pertenecer a una minoría que deberíamos empezar a proteger. Aunque en España el 50% de los españoles se bautizan, los practicantes llegaremos a un 10% de la población. En mi familia nunca hemos tenido que ocultar que lo somos, pero sé de amigos míos que no podían decir que el domingo iban a misa porque les podían hacer «bullying». Eso no lo he vivido, pero sé que hoy en día ser sacerdote es una misión muy bonita que mucha gente no conoce, pero es un sacrificio, porque parece que es ir a la contra del mundo. La percepción que tiene la gente es que ahora mismo ser cristiano no es guay. Pero mi fe me ha supuesto casi todas las cosas bonitas que me han pasado en mi vida”.

Como graduado en Teología, Pérez considera que ésta puede aportar mucho a la política.  “La teología tiene una fase previa, que es la filosofía, y hay un área que es la antropología, que es el estudio de lo que es el ser humano, que a mí me parece muy importante para poder hablar de política. Me ha pasado muchas veces en el Parlamento, cuando vas a hacer un discurso o te planteas ciertos temas, que parece que no se puede hablar de la verdad y que todo es opinable. Sin embargo, en la Academia de los Filósofos de Platón había un letrero que decía: ‘Que no entre nadie que no sepa de geometría’. Uno se pregunta: ¿Por qué hay que saber de geometría para poder filosofar? Dos rectas paralelas se chocan en el infinito. Puede que no lo veas, pero esto es una verdad. Tres puntos forman un plano. Esto es verdad. Platón decía que, cuando vas a hablar del hombre o del mundo es muy importante saber que hay verdades. Vivimos en una sociedad donde la verdad se ha diluido en el sentimiento, en la creencia, en el todo es relativo… y yo digo lo que Platón, que hay verdades. Para poder hacer política y aportar algo a la sociedad tienes que saber qué es el hombre y qué es la sociedad. Es un punto de vista que a mí me puede ayudar mucho. Nosotros lo que nos planteamos con una propuesta es si esto es bueno o malo para los madrileños y esta forma de empezar a plantearte las cosas cuando trabajas tiene que venir de lo profundo de cada uno, de cómo se plantea la vida”.

Preguntado sobre la polémica generada en el seno de la Iglesia en España ante los indultos a los políticos separatistas presos, este diputado católico tiene su opinión: “La Iglesia no es el clero. La Conferencia Episcopal no representa al clero al completo y me parece muy bien que cada uno tenga su criterio. De hecho, no han creado ningún documento como tal. Es un poco equivocar dos planos. A Juan Pablo II le metieron un tiro y fue a la cárcel a perdonar al que le agredió, pero siguió en la cárcel. Se entiende que una persona que ha disparado al Papa tiene que cumplir una condena. Se ha confundido el plano del perdón como tal”.

 

ReL.

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