La mañana del miércoles 30 de junio el Papa Francisco celebró la última Audiencia General del mes y su respectiva catequesis centrada en la Carta de San Pablo a los Gálatas en la que se refleja que los cristianos de aquella época se encuentran en conflicto sobre cómo vivir la fe.
En este contexto, el Santo Padre explica que el apóstol empieza a escribir su Carta recordándoles las relaciones pasadas, «el malestar por la distancia y el amor inmutable que tiene por cada uno de ellos» y hace hincapié en que Pablo se preocupa porque la comunidad siga el camino correcto, comportándose como un padre que tiene una intención muy clara: «reafirmar la novedad del Evangelio, que los Gálatas han recibido de su predicación, para construir la verdadera identidad sobre la que fundar la propia existencia».
San Pablo: verdadero apóstol por la «llamada de Dios»
En este contexto, el Pontífice señala que el apóstol “vuela alto” y a través de esta carta, nos indica también a nosotros cómo comportarnos cuando se crean conflictos dentro de la comunidad eclesial, sin detenerse en la superficialidad de los problemas, sino más bien, profundizando en la raíz de ellos, porque «lo que está en juego es la verdad del Evangelio y la libertad de los cristianos, que es parte integrante del mismo».
Asimismo, Francisco destaca que en primer lugar, Pablo se siente en el deber de recordar a los Gálatas que es un verdadero apóstol «no por mérito propio», sino por la llamada de Dios.
Dejar que nuestras vidas sean transfromadas
Igualmente, el Papa señala que es fundamental dejar que nuestras vidas sean transformadas por la mano de Dios, tal y como argumenta el apóstol en su carta, subrayando, por un lado, que había perseguido ferozmente a la Iglesia, había sido un «blasfemo, un perseguidor y un insolente» (1 Tm 1,13); y por otro, evidenciando la misericordia de Dios con él, que le lleva a vivir una transformación radical, bien conocida por todos:
«¡Los caminos del Señor son inescrutables!»
Es por ello que el Santo Padre destaca el misterio con el que Dios actúa y marca, a través de un encuentro, la existencia de quienes abren sus corazones para Él.
«¡Los caminos del Señor son inescrutables! Lo tocamos con la mano cada día, pero sobre todo si pensamos en los momentos en los que el Señor nos ha llamado!»,afirma Francisco indicando que nunca debemos olvidar el tiempo y la forma en la que Dios ha entrado en nuestra vida:
La llamada conlleva siempre una misión
El Papa finalizó su alocución puntualizando que la llamada del Creador conlleva siempre una misión a la que estamos destinados; por esto se nos pide que nos preparemos con seriedad, sabiendo que es Dios mismo quien nos envía y nos sostiene con su gracia: «Dejémonos conducir por esta conciencia: su gracia transforma la existencia y la hace digna de ser puesta al servicio del Evangelio», concluyó.
A continuación compartimos el texto integral de la síntesis del la catequesis del Papa pronunciada en español:
Queridos hermanos y hermanas:
Seguimos nuestras consideraciones sobre la Carta a los Gálatas. San Pablo escribe a los cristianos de Galacia con la preocupación de un padre, consciente de que están en conflicto sobre el modo de vivir la fe. Para ayudarlos, el Apóstol, profundo conocedor del misterio de Cristo, no se queda en la superficie sino que va a lo esencial: les recuerda sus orígenes, cuando recibieron el Evangelio por medio de su predicación y conocieron al Señor, el único da la vida verdadera.
Pablo también les comparte su propio testimonio, recordando la historia de su vocación y de su conversión. Quiere dejar en claro que Dios no lo llamó porque él lo mereciera, sino por pura gratuidad y misericordia. El Apóstol también describe con elocuencia el contraste de su vida, en la que pasó de ser perseguidor de los cristianos a convertirse en discípulo de Jesucristo. Dios lo llamó por medio de su gracia y le reveló a su Hijo, dándole la misión de anunciarlo a todas las gentes.
Al final de la Carta se explicita que el núcleo de la discusión entre los gálatas era la circuncisión, es decir, la principal tradición judía. Pero Pablo ahonda más en la cuestión, porque se da cuenta que lo que verdaderamente está en juego no es un asunto secundario, sino la verdad del Evangelio y la libertad de los cristianos. El Apóstol nos enseña también a nosotros a “volar alto” y nos indica cómo comportarnos cuando surgen problemas en la comunidad eclesial.
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Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. Pidamos al Señor que nos ayude a tener presente su paso en nuestra vida y a responder con disponibilidad y confianza a la vocación recibida, sabiendo que es Él mismo quien que nos llama, nos sostiene con su gracia y nos envía a los hermanos. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.
Sofía Lobos – Ciudad del Vaticano