La Capilla de San Gennaro, una pequeña iglesia rural diseñada en 1745 por Ferdinando Sanfelice y dominada por un campanario, ha mantenido su diseño ovalado original con decoración sobria pero con un abandonó notorio en su interior.
Gracias a una iniciativa, la estructura cambia de aspecto respetando su identidad barroca y se tiene previsto que su inauguración se dé en diciembre próximo.
El autor de esa «reescritura» es el arquitecto español Santiago Calatrava. El también escultor valenciano razonó ahí no como restaurador sino como artista.
«Me gustaría que esta iglesia agradara a la gente sencilla y a los niños. Lo que, por tanto, asigna una importancia crucial al ornamento. El mío es un adorno franciscano, un poco como un Cántico de criaturas: sirve para enfatizar lo que existe.
«Me comporté como el creador de una instalación, no como un arquitecto que inventa una arquitectura sobre otra», señaló Calatrava.
Entre otras cosas, el también ingeniero llenó los nichos con jarrones de porcelana, colocó vasijas en los altares y adaptó candelabros, angeles y palomas en el nicho que alberga el baptisterio con la pila bautismal.
Con inforamción de El Norte/Marco Antonio Mata
