* Durante la entrega del Templo y Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, el mandatario nacional rememoró una misiva que entregó al líder religioso en 2015, un año antes de su vista a México.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) rememoró su encuentro con el papa Francisco en 2015, durante la entrega de Templo y Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Recordó que le obsequió una medalla de fray Bartolomé de las Casas y le entregó una carta en la que le aseguró que estaba luchando por conseguir una transformación en México, que en ese entonces estaba bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Por nuestra parte le compartimos que continuamos trabajando para lograr una transformación que nos permita eliminar la corrupción política que ha sido la causa principal de la desigualdad, de la pobreza y de la violencia que padecemos en México. Este cambio de régimen lo estamos impulsando por la vía pacífica y electoral convenciendo incluso a los adinerados de no dar la espalda a los que sufren bajo la premisa de que solo siendo buenos podemos ser felices”.
Dos años más tarde, en 2018, López Obrador llegó a la presidencia de México, con lo cual consolidó el proyecto de la llamada Cuarta Transformación (4T). La relación entre el gobierno morenista y las órdenes religiosas fue estable durante años, sin embargo el reciente asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua encendió las alarmas de los religiosos mexicanos y causó la consternación del Papa Francisco. A siete años de su conversación con AMLO, el máximo líder religioso lamentó la ola de violencia en el gobierno de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
“Expreso mi dolor y consternación por el asesinato en México, anteayer, de dos religiosos, mis hermanos jesuitas, y un laico. Tantos asesinatos en México”, expuso el religioso ante los hechos
La situación se hizo más compleja cuando el ejecutivo federal reprochó los llamados de las organizaciones religiosasa revisar la estrategia de seguridad. Uno de los reclamos públicos más mediáticos fue el del obispo de Cuernavaca en Morelos, Ramón Castro, quien no solo lamentó la muerte de los jesuitas sino que expresó que las medidas tomadas por las autoridades para combatir el crimen era demagógicas y que incluso se podría considerar que demostraban complicidad con los criminales que han generado violencia.
Ante este y otros señalamientos, el tabasqueño declaró que el exhorto era antirreligioso, ya que ir en contra del lema “Abrazos, no balazos” implicaba combatir a los grupos delictivos con más violencia, ejercida por las Fuerzas Armadas. La respuesta que AMLO dio a los hombres de fe generó críticas por parte de figuras públicas como el ex presidente panista Vicente Fox, quien el advirtió que está pisando “terrenos peligrosos” al contradecir sus dichos. Esto tomando en cuenta que la República Mexicana es una de las naciones con mayor proporción de católicos a nivel mundial.
Mientras tanto, los crímenes en contra de sacerdotes han continuado tras el homicidio en territorio chihuahuense, ocurrido a finales de junio. Pues tan solo el pasado de julio, Mateo Calvillo, miembro de la Arquidiócesis de Morelia, fue agredido por un hombre, quien lo golpeó fuertemente en el rostro.
En ese sentido, la presencia de AMLO en un evento de reapertura de un recinto religioso y su remembranza de su reunión con el Papa Francisco se da en medio de la polémica que generó su forma de abordar las demandas de la religión, indignada ante los actos violentos que alcanzan a quienes ejercen el sacerdocio.
Infobae.