Con la esperanza de que la contienda electoral que actualmente se desarrolla en el país, donde el próximo 2 de junio se elegirá Presidente de la República y más cargos de elección popular, el Arzobispo de Morelia, Mons. Carlos Garfias Merlos, comparte desde su experiencia, algunas propuestas para que este periodo se realice de manera participativa, consciente y en paz.
Monseñor Garfias expuso este mensaje en el foro “Asuntos Religiosos, Construcción de Paz y Jornada Electoral”, mismo del que espera que sea fuente de esperanza para caminar juntos en la proyección de un México que se construya en la verdad, la justicia y la paz.
A continuación el mensaje del pastor diocesano:
En atención a los escenarios electorales y a la trascendencia que conlleva el proceso electoral que se avecina para el próximo 2 de junio del presente año, es importante partir de la realidad y tomar en cuenta los principios de la Doctrina Social Cristiana, en la confianza de que todas nuestras comunidades están atentas a la misión, a la responsabilidad y al compromiso de emitir su voto.
El próximo 2 de junio se realizará la jornada electoral y durante dicho proceso, las campañas políticas son un tiempo para abrir caminos para que los distintos personajes políticos propongan y respondan a las demandas que los ciudadanos y nuestra Patria necesitan, permitiendo y promoviendo el desarrollo electoral en paz.
Claves para vivir una contienda electoral en paz
Una de las características en este proceso electoral es tomar en cuenta la construcción de la paz, la Iglesia Católica tiene su proyecto inspirado en la Exhortación Pastoral de la Conferencia del Episcopado Mexicano “Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna”, donde los obispos expresamos nuestro discernimiento sobre la misión de la Iglesia ante la realidad de inseguridad y violencia, así mismo, la intención de alentar y propiciar signos de esperanza en las personas que viven con miedo, con dolor e incertidumbre.
Hoy más que nunca necesitamos ser inspirados por la mística del Evangelio de la paz en el que podamos generar un lenguaje común, expresado en cada una de las tareas, funciones y subsidios que desde nuestro ser y quehacer vamos implementando, con la certeza de que es en Cristo, el Señor, y en su Evangelio de gracia, de vida, de justicia y de paz que encontramos la brújula, la inspiración y la fuerza, para que construyamos juntos: autoridades, iglesias y sociedad civil, la cultura de la paz que todos soñamos.
En esta contienda electoral podemos llevar a cabo cuatro acciones concretas para que se realicen en paz:
1. Oración
Se pueden hacer acciones concretas de piedad y de fe en la vida de las personas y comunidades, tales como: la Eucaristía por la paz; el Rosario por la paz; la Hora Santa por la paz; procesiones por la paz y las víctimas de la violencia; implementar Espacios Sagrados por las Víctimas de las Violencias; etc… Promover e impulsar toda forma posible de oración por una contienda electoral en paz.
2. Educación
Se pueden buscar y crear espacios en las parroquias y en las foranías, instituciones educativas, dependencias de gobierno y sociedad civil para la formación integral de las personas y crear espacios de participación ciudadana. Llevar a cabo Jornadas de Formación Técnica en Respuesta a Crisis; ofrecer la Formación de los y las Catequistas, maestras y maestros como Constructores de Paz de cara a las elecciones; impulsar desde las Familias, una verdadera educación para la paz a las nuevas generaciones; así como la educación para la reconciliación, la justicia, la paz y la participación.
3. Diálogo social
Crear plataformas eclesiales y sociales, así como la participación de la sociedad civil en el proceso electoral. La situación de crisis de inseguridad y de violencia no es sólo competencia del Estado, sino de toda la sociedad, que asumiendo con responsabilidad las tareas que le son propias, busca y crea condiciones oportunas para la paz. Establecer diálogo y formas precisas de vinculación con la sociedad, las autoridades, las organizaciones e instituciones.
4. Atención Integral a las Víctimas
En este proceso electoral sería importante que las víctimas de las violencias sean escuchadas, atendidas y tomadas en cuenta. Cuando las personas o las familias son golpeadas por algunas de las formas de violencia más agresivas, se encuentran en una situación de indefensión y alta vulnerabilidad, que puede derivar hasta en una situación de terror y de encerramiento. En estas situaciones se requiere una gran capacidad para acercarse a las víctimas y para ayudarles a superarlas con los recursos de que disponen. Busquemos ofrecer recursos espirituales y pastorales para que estas personas y familias en situación de mucho dolor puedan recibir el acompañamiento que requieren.
En conclusión…
En este tiempo de campañas electorales hago un llamado para que en este proceso electoral colaboremos, dignificando la política, poniéndola al servicio del bien común, la dignidad humana y la familia. Recabemos información sobre los candidatos, su trayectoria, los resultados en los servicios que han prestado; analicemos su ideología o pensamiento político, los proyectos que presentan y su viabilidad, el equipo de colaboradores, etc.
Hagamos un serio discernimiento sobre lo que más conviene a nuestros Estados y a nuestros municipios y dejando a un lado el clientelismo y los oportunismos políticos y la compra de votos; elijamos a los mejores candidatos que respondan al momento histórico que estamos viviendo y promuevan los valores de la justicia, el amor, la paz y el gozo para la familia, los pueblos, las instituciones; en una palabra, promuevan una verdadera fraternidad entre todos, sin discriminaciones.
Unámonos en las diferentes iniciativas de participación ciudadana para que propongamos a los candidatos una agenda ciudadana que se comprometan a implementar si ganan en la elección o a apoyar a quien resulte ganador por el bien de nuestras comunidades.
Oremos juntos para que en este proceso electoral todo se realice en armonía, paz, con verdad y justicia, respetando nuestras justas diferencias, buscando la reconciliación y la unidad sobre todas las cosas.
Ante el inicio de las campañas políticas los exhorto a vivir un ambiente de cordialidad, diálogo y sobre todo conocer las propuestas de los distintos candidatos, para que todos nosotros como ciudadanos, al emitir nuestro voto, seamos conscientes de lo que decidimos y elegimos.
Como Iglesia, estamos en constante diálogo con los actores políticos, para fomentar una cultura de paz y civilidad, entre los candidatos, partidos políticos y los ciudadanos. Propongo mantener un proceso electoral, libre de violencia, en donde se dé oportunidad a todos aquellos candidatos, hombres y mujeres de bien que buscan un puesto político; que se fomente el respeto hacia todos los candidatos sin discriminación por género, raza o posición social; ya que todos estamos llamados a construir nuestra democracia con interés y responsabilidad.
En Cristo, nuestra Paz:
+Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia