* No contenía el mensaje publicitario habitual, sino un mensaje político-religioso que despertó la curiosidad de la mayoría, sobre todo porque era críptico e incomprensible.
No contenía el habitual mensaje publicitario, sino un mensaje político-religioso que despertó la curiosidad de la mayoría, sobre todo porque era críptico e incomprensible.
Hacia la hora del almuerzo, las playas de la Riviera Romagnola, desde la zona de Rávena hasta Cesenatico y en la zona de Rímini vieron el paso de norte a sur de un avión con un cartel publicitario en el que se leía en grandes letras: «Benedicto XVI se encontraba en un lugar impedido«. lugar’. Y así, a los pocos minutos de «charlar bajo el paraguas», entre las previsiones para el inicio del campeonato de fútbol y las quejas por el calor todavía sofocante, acabamos hablando, al menos durante unos minutos, del Papa y el Vaticano.
En primer lugar, hay que decir que pancartas aéreas similares han aparecido en varias costas italianas desde el pasado mes de julio, y luego a principios de agosto.
Esta vez, pues, le tocó el turno a la Romaña. Los financistas de las anteriores «campañas publicitarias» ya fueron señalados por Andrea Cionci, escritor y autor del libro «El Código Ratzinger», en una asociación de abogados sin fines de lucro que lleva el nombre de «Arbitrium – primeros auxilios jurídicos para la protección de inviolable».
Cionci – y lo explica con su texto, que parte de supuestos errores que estarían contenidos en la declaración de Benedicto XVI en latín – está convencido de que lo ocurrido en el Vaticano en 2013, es decir, la abdicación de Benedicto XVI, fue una abdicación falsa y, en consecuencia, El Papa Francisco está ilegítimamente en el trono papal.
En particular, según esta corriente de pensamiento – abrazada por grupos católicos ultratradicionalistas – el Papa Ratzinger habría sido inducido y sometido a presiones para dimitir, de ahí el mensaje «Benedicto XVI se encontraba en estado de impedimento», en la jerga canónica. Siguiendo aún esta corriente de pensamiento, esencialmente, a su muerte, al no haber cónclave, la sede papal quedaría «vacante».
Esta tesis, sin embargo, no encontró aceptación en la Iglesia oficial. La pancarta, por tanto, sería una forma de promoción indirecta del pensamiento de quienes sostienen que el Papa Francisco nunca ha sido realmente el máximo jefe de la Iglesia de manera legítima. ¿La elección de comunicar un concepto tan complejo a través de unas pocas palabras en un banner publicitario muy caro? Para Cionci, en una entrevista radiofónica el mes pasado, se debe a la elección de querer ponerlo «en manos del público, atravesando la corriente dominante».
La semana pasada, el mismo instrumento, la pancarta remolcada por el avión, se utilizó para otro mensaje «extraño», la declaración de amor de un turista que pidió matrimonio a su novia Alessia en una playa de Rímini., completo con un mensaje de Publiphono al que el interesado había respondido que sí: una pancarta que sin duda había calentado más al público de la playa.
ROMAÑA, ITALIA.
DOMINGO 27 DE AGOSTO DE 2023.