* Luego de dos vetos políticos del Presidente de la República y dos fallos de la Corte Constitucional, se aprobó la despenalización de la muerte médicamente asistida. Marcelo Rebelo de Sousa está obligado a dictar decreto.
El decreto que pretende despenalizar la eutanasia fue aprobado este viernes en la Asamblea de la República, tras el segundo veto político del Presidente de la República. Marcelo Rebelo de Sousa ahora está obligado a promulgar la despenalización de la muerte médicamente asistida.
Este total superó con creces los 116 votos necesarios para confirmar el diploma.
Además del PS, Iniciativa Liberal, Bloco de Esquerda, PAN y Livre, votaron a favor siete diputados del PSD (Adão Silva, António Maló de Abreu, Rosina Ribeiro Pereira, Hugo Carvalho, Mónica Quintela, Sofia Matos, Catarina Rocha Ferreira) ,
Votó en contra el PSD, así como cuatro diputados del PS (João Azevedo, Cristina Sousa, Joaquim Barreto y Sobrinho Teixeira), Chega y el PCP.
El diputado del PSD Jorge Mendes optó por la abstención.
PS, Bloco de Esquerda, Iniciativa Liberal y PAN, los cuatro partidos que dieron origen al diploma, optaron así por la reconfirmación del texto, como ya lo habían anunciado.
Esta fue la quinta vez que los diputados aprobaron un decreto sobre la despenalización de la muerte médicamente asistida.
El decreto establece que la muerte médicamente asistida solo puede ocurrir mediante la eutanasia si el suicidio asistido es imposible debido a la incapacidad física del paciente.
“Se considera muerte médicamente asistida no punible la que se produce por decisión de la persona, mayor de edad, cuya voluntad es actual y reiterada, grave, libre y clara, en situación de sufrimiento de gran intensidad, con lesión definitiva de extrema gravedad o enfermedad grave e incurable, cuando sea practicada o asistida por profesionales de la salud”, dice el decreto.
En este texto, que se basa en los proyectos de ley PS, IL, BE y PAN, se define ‘sufrimiento de alta intensidad’ como «sufrimiento resultante de una enfermedad grave e incurable o lesión permanente de extrema gravedad, con gran intensidad, persistente, continuada o permanente». y considerada intolerable por la propia persona».
El decreto también establece un plazo mínimo de dos meses desde el inicio del procedimiento para su ejecución, siendo también obligatoria la prestación de apoyo psicológico.
Según el texto, “el Gobierno aprueba, dentro de los 90 días siguientes a la publicación de la presente ley, el respectivo reglamento” y la ley entra en vigor 30 días “a partir de la publicación del respectivo reglamento”.
Cabe recordar que Marcelo Rebelo de Sousa justificó el veto político del 19 de abril por la falta de claridad en el texto sobre quién define la incapacidad física del paciente para autoadministrarse fármacos letales, esto luego de que los diputados modificaran el diploma para establecer la primacía. del suicidio médicamente asistido frente a la eutanasia. Un problema de «precisión», en palabras de Marcelo Rebelo de Sousa. El Jefe de Estado también aclaró que, en un escenario de reconfirmación del título, no tendrá nada que oponer: “Es la vida, no hay drama”.
Según la Constitución, en caso de confirmación del mismo texto por la mayoría absoluta de los diputados en ejercicio (116 de 230), el jefe de Estado está obligado a promulgar el diploma dentro de los ocho días siguientes a su recepción.
Este es el cuarto proyecto de ley del parlamento que tiene como objetivo despenalizar la muerte médicamente asistida, modificando el Código Penal. El tema ya ha sido objeto de dos vetos políticos por parte del jefe de Estado y dos vetos tras inconstitucionalidades decretadas por la Corte Constitucional.
La discusión parlamentaria de la muerte médica asistida comenzó hace tres legislaturas, luego de la entrega a la Asamblea de la República de una petición con 8400 firmas solicitando la despenalización de la eutanasia, tras un manifiesto del movimiento cívico “Derecho a Morir con Dignidad”. Pero el tema recién saldría a votación en mayo de 2018. Aunque luego todos los proyectos fueron rechazados, el PS estaba a cinco votos de la aprobación y se prometía una nueva vuelta para la próxima legislatura.
La despenalización de la muerte médicamente asistida sería aprobada en general, por primera vez, a principios de 2020. Era el inicio del actual proceso legislativo: tres años y tres meses de ida y vuelta entre la Asamblea de la República, el São Bento Palace y el Ratton Palace, sede del TC.
LISBOA, PORTUGAL.
con lusa