“Cada asamblea tiene puntos importantes que tratar…” así, Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM, dio preámbulo al mensaje al Pueblo de Dios en dando conclusión a la 114 encerrona del episcopado en Lago de Guadalupe.
“Es imposible ignorar los múltiples escenarios, en los que por doquier parecen campear signos de muerte, tampoco podemos caer en desánimos pesimistas que podrían infectarnos de miedos y secuestrar nuestra esperanza”, destaca en su parte inicial el mensaje leído por el obispo de Azcapotzalco, Adolfo Castaño Contreras y el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez.
El medido y calculado documento, dividido en siete consideraciones aprobado el miércoles por el Episcopado Mexicano, hace descripción de “las realidades” de violencia, el crimen, la violación de los derechos, la mentira, la migración forzada, el aumento de la pobreza y la polarización social e ideológica, los obispos refrendan el camino de la paz propiciante de la unidad, la verdad, la justicia y la vida.
En la visión optimista, los prelados destacan “disposición a trabajar, los esfuerzos de las familias para salir adelante, el desarrollo de muchos niños y adolescentes, el esfuerzo de todos para superar los estragos de la emergencia sanitaria…” Con el ánimo de seguir luchando, la visión del episcopado nacional es la de caminar juntos, con paso firme y decidido, hacia los hermanos necesitados y en comunión con el Papa Francisco, recordando la próxima visita ad limina a la puerta en las próximas semanas.
Llamando a recuperar el fervor y la frescura pascual para enfrentar los retos pastorales, no deja de lado uno de los puntos nodales, el del Proyecto Global de Pastoral PGP 2031-2033 que se ha venido implantando “con mucho entusiasmo”, aspiran a que sea “faro iluminador para que los planes de las diócesis, parroquias y comunidades religiosas de nuestra nación mexicana avancen en la misma sintonía y con el mismo espíritu”.
Finalmente, el mensaje llama la atención sobre las iniciativas de construcción de la paz, los obispos confían en la guía y fortaleza del Espíritu Santo “para continuar trabajando sin cesar en la construcción del Reino de Cristo, Reino de la verdad, de la vida, de la justicia y de la auténtica paz”.
Mensaje de los obispos de México al pueblo de Dios al concluir la 114 asamblea de la CEM, aquí