La Iglesia Católica en Argelia ha emitido un comunicado anunciando el cierre «total y definitivo» de Caritas en Argelia a partir del 1 de octubre. Un hecho que ha dejado desconcertados a los operadores porque implica el despido de personal, la pérdida de la relación con los voluntarios y de los servicios de caridad para miles de pobres y beneficiarios de los servicios de Caritas.
Según el padre Cesare Baldi, director de Caritas en Argelia de 2009 a 2019, las tensiones con las autoridades públicas pueden resolverse a través del diálogo.
El cierre «total y definitivo» de Caritas en Argelia el 1 de octubre «no es un acto de persecución de la Iglesia católica ni de miedo al proselitismo católico» y «ciertamente se puede recuperar a través del diálogo».
“Ahora es el momento de hablar con las autoridades y ofrecer su disposición para resolver la situación. Siempre hay que dialogar y en todo caso”. Esta es la opinión de Don Cesare Baldi, que la propia Caritas dirigió de 2009 a 2019. Ahora es el referente de los Migrantes de Novara, su diócesis de origen. Pronto se mudará a Francia para seguir a la comunidad italiana en Lyon.
En estas horas, en efecto, ha llegado un comunicado de la pequeña Iglesia católica de Argelia -4 diócesis que cuentan con unos 5.000 fieles (el 0,01% de la población)- anunciando el cierre de todas las actividades y obras caritativas de la Caritas nacional, comprometida con los pobres y los migrantes, en cumplimiento de la petición de las autoridades públicas argelinas. La nota está firmada por monseñor Paul Desfarges, arzobispo emérito de Argel y presidente de la Asociación Diocesana de Argelia y por monseñor Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, quienes precisan: «La Iglesia católica permanece fiel a su misión caritativa al servicio de fraternidad»
El cierre tendrá un impacto muy duro en la realidad de Caritas en Argelia porque implica el despido de personal, la pérdida de la relación con los voluntarios y los servicios de caridad para miles de pobres y beneficiarios de los servicios de Caritas. Don Baldi opina que factores formales y burocráticos “podrían haber incrementado las tensiones y los desencuentros” con las instituciones. Todos elementos que ojalá puedan ser aclarados y resueltos en el futuro. “Es importante mantener un nivel de atención y delicadeza en países donde no hay una tradición cristiana importante”, subraya.
La comunidad católica en Argelia está formada sobre todo por trabajadores extranjeros, especialmente en el sector petrolero, y jóvenes estudiantes del África subsahariana, atraídos por las becas que ofrecen las universidades locales. La archidiócesis de Argel, Orán y Constantina se encuentran en la costa mediterránea. La diócesis de Laghouat está en cambio en el desierto del Sahara y tiene tan pocos fieles «que puede celebrar una asamblea diocesana en un autobús», como bromeaba uno de sus obispos.
Por Patricia Caiffa.
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