- JESUCRISTO ENSEÑABA COMO QUIEN TIENE AUTORIDAD
Para ser maestro se requiere autoridad, no de mando sino de servicio. Jesucristo enseñaba no como los escribas, sino con amor, humildad y paciencia; siempre trataba de hacer más clara su enseñanza a través de las parábolas, a sus discípulos les explicaba en privado y a los maestros de la ley que le querían poner una trampa, los desenmascaraba con sutileza. La verdad fue el eje trasversal de su enseñanza y la pedagogía que utilizaba era la del amor. Tenía la habilidad de interpretar la ley haciendo una exegesis profunda y práctica. Culminaba su enseñanza con un signo: una curación, un milagro, una bendición, la expulsión de un demonio o el perdón de un pecador. Su enseñanza era teórica-práctica. Enseñaba con autoridad, pues poseía la verdad y buscaba siempre el bien de las personas.
- ¿QUÉ NUEVA DOCTRINA ES ÉSTA?
No se trataba de una nueva doctrina sino de una enseñanza con autoridad, porque él no vino a abolir la ley, sino a darle plenitud (Mt 5,17). Sin embargo, Jesucristo les habla a los discípulos de un mandamiento nuevo: “que os améis los unos a los otros, como yo os he amado” Jn 13,34. Es la doctrina del amor y del perdón la que marcan el punto central de su predicación, por encima de la justicia y de la ley. Jesucristo pone a la persona por encima de la Ley, del Sábado y del Templo: para Él es más importante curar a una persona en Sábado que dejarla morir (Mc 3,4), es más urgente ir a pedir perdón a un hermano que presentar una ofrenda para el Templo (Mt 5,23-24), es más valiosa la persona que la Ley (Mt 12,3-5). Además, cuando hace una exégesis de la Ley, no toma el sentido literal sino el sentido del espíritu con que fue inspirada y escrita (Han oído que se dijo….pero Yo les digo. Cf. Mt 5, 17-48)
- ¿HAS VENIDO A ACABAR CON NOSOTROS?
El mal siente miedo y temor ante la llegada del Mesías que viene a darle plenitud y cumplimiento a la Ley (Mt 5,17): “Herodes se sobresalta y toda Jerusalén con él” Mt 2,3; Los demonios se le someten: “¿Has venido a acabar con nosotros?” Mc 1,24. Los pecadores se arrepienten: “le devolveré cuatro veces más a quien haya defraudado” Lc 19,8. Jesucristo, al anunciar la llegada del Reino de los Cielos, realiza estas obras: expulsa a los demonios, libera a las personas del mal, cura a los enfermos y llama a los pecadores al arrepentimiento y conversión. Sus acciones acaban con el mal: el demonio, la enfermedad y el pecado. Hoy en día, es bueno seguir luchando contra el mal existente en el mundo, anunciando la Palabra de Dios.
Conclusión: la enseñanza vence a la ignorancia, por lo cual, una sociedad que aspira a fortalecer la educación de sus miembros siembra las bases de un verdadero desarrollo humano. Decía san Pablo que “el mal sólo se vence a fuerza del bien” Rm 12,21, por ello, como una estrategia de evangelización debemos atacar la raíz de todos los males: la ignorancia, la mentira y la corrupción.
Por: Pbro. Crispin Hernández Mateos