* Una de las medidas “urgentes” que el Pacto Digital Global exige que las plataformas de redes sociales “ofrezcan a los investigadores acceso a los datos”.
La Cumbre del Futuro 2024 de las Naciones Unidas, celebrada antes de la Asamblea General de la ONU de este año, ha revelado que la organización mundial está avanzando hacia la incorporación de más iniciativas a su actual y futura “cartera de apropiación de poder”.
Esta vez se trata del Pacto para el Futuro (con el Pacto Digital Mundial como anexo), el que acaba de ser adoptado.
El componente principal de este plan es el documento de “resultados orientados a la acción”, el otro es un acuerdo internacional, y se espera que la implementación de ambos, impulsada por la ONU, comience después de la cumbre.
El resumen del propósito de ambos acuerdos es dar un giro positivo e impulsar la adopción inmediata y lo más amplia posible de políticas tan controvertidas como la censura (represión de la «desinformación»), la vigilancia y la llamada infraestructura pública digital (IPD) con identificaciones digitales como su componente.
También están los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas , una agenda en sí misma respaldada por los principales países que, entre otras cosas, busca introducir identificaciones digitales , así como nuevas herramientas y justificaciones para la censura.
El Pacto Digital Mundial y la Declaración sobre las Generaciones Futuras forman parte del Pacto para el Futuro, cuya adopción concluye varios años de negociaciones entre países y diversos actores interesados.
Quienes presionaron para que se adoptara el documento, tanto entre los políticos como en los medios de comunicación, dicen que es el más significativo de su tipo en décadas y un ajuste necesario de las viejas reglas a lo que prácticamente se conoce como el nuevo orden mundial – la cita exacta del presidente de la Asamblea General de la ONU es que esto “sienta las bases para un orden global sostenible, justo y pacífico”.
Abarca desde la paz y la seguridad, el clima, la financiación para el desarrollo y el desarrollo sostenible, hasta la “cooperación digital”, pasando por los “derechos humanos y el género” y, supuestamente, “oportunidades más significativas para los jóvenes”, en lo que respecta a la toma de decisiones.
El pacto se divide en cinco segmentos y dos anexos (Pacto Digital Mundial y Declaración sobre las Generaciones Futuras), y un total de 56 puntos se denominan “acciones”.
Una de las principales es la Acción 1, que habla de acelerar los pasos hacia la Agenda 2030, universal y de largo alcance, al tiempo que se alcanzan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y “sin dejar a nadie atrás”.
La Acción 4 está dedicada a financiar los ODS y cómo cerrar “la brecha” en los países en desarrollo.
Con la Acción 8, los países signatarios se comprometen con la igualdad de género y el empoderamiento de “todas” las mujeres y niñas, nuevamente como parte clave de los ODS.
La Acción 12 es otra dedicada a encontrar las formas más eficientes (“acelerar la implementación total”) para impulsar los ODS y lograr hacerlo para 2023, cuyas consecuencias, naturalmente, continuarán en los años posteriores.
14 “acciones” se enmarcan en el segmento de paz y seguridad internacional del documento, donde la ONU reafirma su verdadero papel y razón de ser.
Esto abarca cuestiones como la construcción de la paz, la protección de los civiles y el avance hacia un mundo libre de armas nucleares.
En el último borrador, la Acción 28 (que está en la categoría de ciencia, tecnología, innovación y cooperación digital), se lee que los firmantes abordarán los riesgos potenciales y aprovecharán las oportunidades asociadas con las tecnologías nuevas y emergentes.
En el documento adoptado, esta “acción” establece: “Aprovecharemos las oportunidades que presentan la ciencia, la tecnología y la innovación en beneficio de las personas y del planeta”.
Agrega luego que quienes implementen el pacto promoverán el uso “ético y responsable” de la ciencia, la tecnología y la innovación.
El Pacto Digital Mundial analiza en detalle la lucha contra la “desinformación”. En el anexo “Confianza y seguridad digitales”, se habla de la necesidad de que los firmantes “contrarresten urgentemente” lo que se considera desinformación, información errónea, discurso de odio y acoso cibernético, mientras que la explotación sexual infantil se incluye en la misma frase.
El anexo habla además de la “integridad de la información”, donde se promoverá ésta, así como la “tolerancia y el respeto” en el espacio digital, que será (inevitablemente y/o declarativamente) inclusivo, abierto, seguro y protegido.
Si bien gran parte del documento podría leerse como una gran compilación de lugares comunes habituales asociados principalmente con políticas liberales, proporciona una plataforma formal para que los estados-nación de diversas “persuasiones”, incluidos los autoritarios, moldeen el pacto para adaptarlo a sus propósitos, impongan nuevas políticas y apliquen nuevas o más reglas.
Una de las medidas “urgentes” que el Pacto Digital Global exige y compromete se encuentra bajo la “Integridad de la Información” y quiere que las plataformas de redes sociales “ofrezcan a los investigadores acceso a los datos” con la mención obligatoria de vagas “salvaguardias para la privacidad del usuario”.
El propósito de proporcionar estos datos sería “garantizar la transparencia y la rendición de cuentas para construir una base de evidencia sobre cómo abordar la desinformación, la información errónea y el discurso de odio que pueda informar las políticas, los estándares y las mejores prácticas del gobierno y la industria”.
Por Didi Rankovic.
NACIONES UNIDAS, NUEVA YORK,
MIÉRCOLES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2024.
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