El sacerdote pide formar “Frente Supremo” para defender a la ciudadanía de Tierra Caliente ante la delincuencia y complicidad del gobierno
A través de una carta, el padre Gregorio López Gerónimo, “padre Goyo”, director de la asociación civil “El Buen Samaritano” en Apatzingán, Michoacán, denunció el ascenso de la violencia y de los amagos de los grupos delincuenciales que han estrangulado la vida y economía de la región de la Tierra Caliente.
“Hoy, el valle de Tierra caliente, como nunca, está hincado ante el crimen organizado” apuntando hacia los grupos delincuenciales de los Viagras y Los Blancos de Troya, mismos que han hecho alianzas con las recientes autoridades electas, en este caso, el diputado electo José Luis Cruz Lucatero, quien también fungió como presidente municipal de Apatzingán y que, a decir del padre Goyo, su gobierno “tiene el registro de desaparecidos como nunca la historia, mucho más que en la independencia, la revolución y la “cristiada”.
En la carta, el director de El Buen Samaritano acusa también al gobierno del Estado de ser responsable de la crisis de seguridad y de proteger a sicarios que tiene asolada a la región con acciones verdaderamente demenciales poniendo de rodillas a productores de cítricos como es el caso de César Sepúlveda Arellano, alias el “Boto”. “En lo que va del gobierno de Bedolla, ha sido detenido durante tres ocasiones, la última apenas hace apenas un mes y sólo bastó pagar 21 millones de pesos para quedar en libertad y con permiso de hacer lo que le venga en gana, lo cual le reivindica y lo empodera en el quehacer delictivo”.
“El Boto” sería responsable de acciones violentas, “roba cuanta maquinaria necesita para cultivar las más de tres mil hectáreas de limón que ha decomisado, secuestra y extorsiona a sus anchas”.
El gobierno conoce y tolera al “Boto” a cambio de beneficios, “no quiere ir sobre ese objetivo porque reciben jugosas ganancias por dejar actuar en la impunidad a esa lacra social” a quien, en videos a través de redes sociales, se le atribuyen ejecuciones al punto del sadismo: “Se da el lujo de grabar el martirio y asesinato de sus víctimas a fin de infundir respeto, miedo y terror en la región, hasta muestras sus tatuajes como un sello del poderío que goza ante la indolencia del gobierno”, afirma el mensaje.
De esta forma, los empresarios e industriales productores de limón están secuestrados debido al control de precios impuestos por los criminales con la complicidad del gobierno. “Hay empresarios que bajo extorsión y amenazada expresa, deben pagar semanalmente medio millón de pesos al Boto, so pena de ser asesinados si denuncian o no paga la cuota”.
Padre Goyo también apunta hacia la Guardia Nacional y el ejército afirmando que su presencia, en lugar de garantizar la seguridad de la región, es “pura faramalla” del gobernador que “no actúa contra los objetivos del crimen organizado, de quién sabe nombres y apellidos, pero al ser su aliado no los puede atacar, ni morder la mano de quien le da de comer, Ramírez Bedolla es parte del problema que hoy padece Michoacán y no parte de la solución que necesitemos, la delincuencia se ha empoderado como nunca, porque encontró un perro fiel en un gobernante ávido de poder y de dinero”.
Llamado a la “acción patriótica” del gobierno y apelando al presidente de México y a la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, el padre Goyo reclama hacer valer el estado de derecho y justicia, dejar de dar abrazos a los delincuentes y los balazos al pueblo, llamado, además, a un paro indefinido de la actividad citrícola “hasta que el gobierno asuma su papel de garantizar la seguridad o que renuncie, a fin de convocar a un frente supremo independiente que vigile, proteja y garantice la integridad de todo ciudadano y deje de proteger a criminales”.