No ganó ninguna medalla, aunque se la merecía, al menos el bronce. Odette Giuffrida es una campeona italiana de judo: nacida en 1994, ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 .
En esta polémica edición parisina fue derrotada en la final no tanto por su oponente, Larissa Pimenta, sino por decisiones arbitrales. No es propio de ella culpar a los demás, dice en la entrevista que concedió justo después del partido decisivo, y ni siquiera atribuye el peso a la lesión en el dedo. No se culpa por ser más una chica que reconoce los méritos: los de los demás y los propios, debido al trabajo y la disciplina, y a Dios, cuya acción rastrea en todo lo que vive y lo declara públicamente.
Dice que tanto ella como su oponente podrían haber obtenido legítimamente la victoria, pero inmediatamente agrega que » si sucedió así, Señor… todo tiene una razón» .
Derrotada, regala a las cámaras un atisbo de sincera tristeza en su bello rostro marcado por las heridas de enfrentamientos deportivos, pero nada de recriminación, venganza o denuncia.
Una posición humana que destaca, las suyas, palabras que calientan el corazón de cualquiera, porque las derrotas y las injusticias se dan en todos los ámbitos y no sólo en el deporte; un momento de estas Olimpíadas, sobre todo, que ya han dado al público de todo el mundo y en particular a los cristianos la oportunidad de compadecerse de expresiones artísticas de muy dudoso gusto, difíciles de leer en otro tono que el de la burla de la fe. y a sus más altas calificaciones.
Odette no se avergüenza de su fe y la demuestra en cada ocasión, sin fanatismo.
Al finalizar la carrera, leemos en Brasil Urgente felicitó a Larissa y le agradeció mientras hablaba con ella de Dios «Levántate y dale gloria a Dios« , le dijo inclinándose sobre ella.
La gloria, sin importar nada, es sólo de Dios, hagamos lo mejor que podamos, añadió. En Instagram se publicó un breve video del momento en el que Odette sostiene a su oponente y le dice esas palabras. Podemos utilizarlos en cada conflicto y encuentro con los demás y cada vez que la vida parece derribarnos, sabiendo que también la alfombra sobre la que jugamos nuestros talentos está firmemente en manos de un Padre que nos ama.
Por Paola Belletti.
Lunes 29 de julio de 2024.
Il Timone.