Chinda Concepción Brandolino es médica argentina, especializada en medicina clínica y homeopatía. Es también médica legista y forense. Especialista en temas médicos. Docente en la cátedra de Geografía Humana de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Católica de La Plata (UCLP). Miembro fundador del Instituto Santa Gianna Beretta Molla de Investigaciones Biológicas para la Defensa de la Vida (UCLP). Miembro fundador de la Cátedra de la Mujer y asesora médica legal del Instituto de Bioética (UCLP).
En su ciudad natal de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) es directora de las ONGs Pro-familia y Acción por la Vida. Dirige la Fundación AINKARIN que ayuda a mujeres en situación de embarazo inesperado.
Ha participado en numerosos congresos, conferencias, encuentros y seminarios. En agosto de 2006 fue una de las organizadoras del II Congreso Internacional por la Vida y la Familia bajo el lema “La vida como principio. La familia como medio”. Todos los años participa activamente en los Encuentros Nacionales de Mujeres en defensa de la vida, la familia y la dignidad de la mujer.
En sus numerosas conferencias ha abarcado diversos temas de geopolítica internacional relacionados al crecimiento demográfico, la perspectiva de género y la así llamada salud reproductiva. En junio de 2007 interpuso un recurso legal para impugnar la reglamentación de los abortos “no punibles” en la ciudad de Buenos Aires.
En julio del 2018 fue uno de los expositores en el Senado de la Nación a favor de la vida humana naciente y en contra del criminal proyecto de legalización del asesinato prenatal, en los debates previos a su tratamiento en la histórica jornada del 8 de agosto, en el que fue rechazado la demencial propuesta.
Acaba de publicar y enviar a los senadores nacionales la carta que transcribimos a continuación, ya que en estos días están debatiendo el proyecto, aprobado en la Cámara de Diputados de la Nación, que le concede inmunidad judicial y la renuncia a la inmunidad soberana (por parte de la Nación Argentina) a los laboratorios que están fabricando las vacunas que supuestamente se aplicarán en contra del ya famoso virus Covid-19. Una cobertura excepcional e inexplicable, reconocido por el principal impulsor del proyecto, un repudiable diputado, impuesta “por exigencia de los laboratorios” y aceptado pasivamente por los diputados “nacionales”.
En un artículo anterior publicado en esta misma página, titulado Sodomización de la Política Argentina, describimos en detalle este abominable proyecto, mediante el cual se faculta al Poder Ejecutivo nacional a contratar la supuesta vacuna contra el Covid-19 a las multinacionales farmacéuticas que la están fabricando en distintas versiones, eximiendo a esas empresas de toda responsabilidad legal y jurídica en caso de reclamos por parte de receptores que se vean perjudicados en su salud a causa de la aplicación, y renunciando el país a la inmunidad soberana en caso de demanda judiciales, estableciendo como sede de posibles controversias la jurisdicción donde residen las casas matrices de las multinacionales fabricantes del producto.
Todo ello sin tener la vacuna a la mano y sin conocer mínimamente cuál es la composición de la vacuna.
Pero además de todo esto, la doctora Brandolina denuncia ante los senadores que en realidad el objetivo de la aplicación de la vacuna no es producir inmunidad en el organismo humano en caso de infección virósica, sino provocar mutaciones genéticas en el receptor, ya que el elemento inoculado ataca una enzima se encuentra en gran cantidad en el aparato reproductor masculino (testículos), y en menor cantidad en corazón y riñón, sin ninguna presencia en los pulmones, en los que supuestamente se depositaría el virus que todavía no ha sido aislado ni secuenciado.
En pocas palabras: la supuesta y famosa vacuna anticovid19 ES UN FRAUDE MONUMENTAL.
Carta a los Senadores nacionales
“Las vacunas presuntamente para prevención de la enfermedad Covid19 y que se inocularían en ciudadanos argentinos, cual conejillos de indias, al principio en grupos reducidos, y luego masivamente en toda la población argentina, no sólo es un fraude, sino que parte de un aberrante fraude científico.
La vacuna en cuestión no es tal, sino que, simplemente es una terapia transgénica. Es decir que introduce un ácido ribonucleico envuelto en nanopartículas de lípidos, para no ser atacado por los anticuerpos de nuestro organismo, que permite que ese ácido ribonucleico penetre directamente en el núcleo de todas nuestras células. Ese ácido ribonucleico mensajero lleva un mensaje, un código, al ADN del interior de nuestras células para modificar nuestro genoma. ¿Cómo? Ese ácido ribonucleico (ARN) escribe su mensaje en nuestro ADN, para que éste, el ADN del núcleo de todas nuestras células, sintetice (es decir, fabrique) una proteína determinada: LA ENZIMA CONVERTIDORA DE “ANGIOTENSINA 2”. Eso hará, teóricamente, que el ADN (el ácido desoxirribonucleico de nuestras células) fabrique grandes cantidades de esa proteína, para que ésta, la enzima, despierte la producción de anticuerpos contra ella misma, es decir, el blanco (target) de la vacuna es esta enzima; está todo dirigido a destruir esta enzima, la ENZIMA CONVERTIDORA DE “ANGIOTENSINA 2”. Y esta enzima, está principalmente en el testículo, y es responsable de la fertilidad masculina. NO ESTÁ EN EL PULMÓN, eso es una palmaria mentira pseudocientífica. Los fabricantes de estas vacunas sostienen engañosamente que se encuentra en el pulmón, y que éste sería el receptor, es decir “el ganchito”, “el vínculo”, que se uniría al spike, a la “espiga del coronavirus” y lo haría ingresa al pulmón. ¿Se entiende? Nada mas fraudulento, una vil mentira.
¿Dónde está el fraude?
Primero. Se argumenta que esa enzima convertidora de Angiotensina 2 está distribuida en todo el organismo, y específicamente en el pulmón, y que esta proteína sería el receptor para el supuesto nuevo virus, coronavirus SARS- COV2, de manera que exterminando esa proteína el supuesto virus no podría entrar al pulmón, y todo esto a partir de un estudio fraudulento, realizado en el año 2003 por un tal Dr. Wenhui Li, publicado en la revista Nature, de cuya financiación hablaremos después.
Segundo. La verdad, en cambio, es que esta proteína, enzima convertidora de Angiotensina 2, fue descubierta y descripta en el año 2000 por la Dra. Tipnis, quien demuestra claramente que ésta se encuentra abundantemente en testículos, y algo menos, en corazón y riñón. Asímismo demuestra con estudios de calidad palmaria que esta proteína NO se encuentra en el pulmón. Así lo corroboraron estudios sucesivos, en el año 2001 y 2002.
Tercero. Por lo tanto, al hacer esta presunta vacuna preventiva se diseñará en las células humanas un mecanismo para brindar anticuerpos contra esa enzima convertidora de angiotensina 2, y así esterilizar a todos los varones que la reciban, en forma perenne e irreversible.
Cuarto. Es altamente probable que también se modifiquen otras regiones del genoma, muy probablemente aquellas vinculadas a las reacciones volitivas del ser humano.
Todo esto parece ser el impresionante cumplimiento de lo descripto por uno de los mas nefastos y eficientes ideólogos de la globalización, (elegante eufemismo que alude al Nuevo Orden Mundial y/o Gobierno Mundial), a Zbigniew Brzezinzki, El rol de América en la Era Tecnotrónica, 1970: “Aumentará el control político y social sobre el individuo. La sociedad estará controlada. Cada ciudadano será objeto de vigilancia total. Tendrá un fichero con toda la información, y podrá ser revisado en cuestión de segundos. Se ejercerá el control mental de la gente a través de medios bioquímicos y manipulación genética”.
SEÑORES SENADORES:
Mucho sería lo que los verdaderos y honestos hombres y mujeres de ciencia podríamos decirles para ilustrarlos sobre la verdad de la presente catástrofe atribuida a este presunto nuevo virus, llamado SARS-COV2, y desde ya estamos a disposición. Pero lo urgente es explicarles lo que entraña a la autorización para la fabricación y uso de las pretendidas vacunas para la presunta prevención del supuesto nuevo virus. Será una manera de esterilización masiva de los ciudadanos, cuyos derechos, seguridad e integridad ustedes deben proteger.
Es posible además que no solo muera mucha gente con su inoculación, sino que se produzcan alteraciones genéticas que se transmitirán a los hijos, haciendo peligrar las características normales de la especie humana, así como también de las graves enfermedades autoinmunes y cancerosas que van a surgir.
A eso se debe la inmunidad jurídica que pretenden las farmacéuticas productoras de estas vacunas, así como pretenden la transferencia de la carga de resarcimiento económico al Estado Argentino , por los daños causados por la vacuna.
En el caso particular de la farmacétuica “AstraZéneca”, les recuerdo que entre sus principales accionistas, figura Jorge Soros, que a través de su Open Society financia la Fundación Huésped, que preside del Dr. Cahn. ¿Una coincidencia?
Por último, les recuerdo que el DELITO de inoculación de sustancias extrañas o dañinas en el organismo humano, sin la voluntad correctamente informada de las personas que las reciben, configuran DELITO DE LESA HUMANIDAD, contemplados en las cláusulas ampliatorias del Estatuto de Roma; violan el Código de Nuremberg, incorporado a la Constitución en la reforma del año 1994, y la Declaración de la UNESCO sobre vacunación, en el año 2005.
Esta Ley en caso de ser sancionada configura un CRIMEN de Lesa Humanidad y, por lo mismo, sería un DELITO IMPRESCRIPTIBLE. Pero mucho mas allá de las razones y cuestionamientos jurídicos existirá en todos nosotros el fuego abrasador inextinguible de nuestra propia conciencia.
¡Quiera Dios, que una reflexión sincera, desprejuiciada y honesta, detenga la sanción de esta aberrante normativa!
Y que sea Dios, Nuestro Señor, quien premie o demande a quienes asuman la responsabilidad de la sanción de la presente Ley.
PD.: toda la información detallada sobre el fraude científico al que me referí está contenido en el informe de la Junta Argentina de Revisión Científica “Cronología Target Vacuna contra COVID-19”, que todos los legisladores tienen en su poder y que les ha hecho llegar el Dr. y genetista Luis Marcelo Martínez.
Como propuesta alternativa, sugerimos a los Señores Senadores que propongan y avalen la fabricación y utilización de la vacuna oral, sin coadyuvantes, mucho menos peligrosa, y no transgénica, que desarrolló el investigador del CONICET de Córdoba, Dr Luján.
Gracias.
Vacuna AntiCovid19_Brandoli… by Agencia Católica de Noticias