Un obispo americano ve “preocupante” que la Conferencia Episcopal dé como ganador a Biden.

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José Horacio Gómez, arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, advirtió ayer, durante la Asamblea plenaria del episcopado del país -que se está celebrando estos días de forma telemática-, de las políticas propuestas por Biden y que son contrarias a las enseñanzas católicas.

“Agradezco el reconocimiento del arzobispo Gómez de que las políticas propuestas por el vicepresidente Biden difieren de la enseñanza católica de manera significativa. Sigue siendo preocupante que la USCCB trate la elección como certificada cuando no lo está y sigue siendo una fuente de división”, ha escrito Joseph E. Strickland, obispo de estadounidense de la diócesis de Tyler en las redes sociales.

Strickland, además de este tuit, ha publicado una carta en las últimas horas en la que, no sólo se dirige a sus fieles, sino a todos los que residen en los 33 condados que componen su diócesis. El prelado dice ser consciente de que cientos de miles de ellos no son católicos sino de otras confesiones cristianas.

“El mensaje que tengo para ustedes, la comunidad del pueblo de Dios arraigado en la fe, específicamente en la Tradición judeocristiana, es de gran importancia y se basa en el Evangelio de Jesucristo”, escribe el obispo estadounidense.

Entonces, Strickland divide la carta en una serie de puntos que considera de vital importancia. “Si estás de acuerdo con los siguientes puntos, te animo a implorar a los demás que acepten estas verdades. Si no estás de acuerdo, rezo para que podamos continuar una conversación respetuosa en búsqueda de la verdad”, escribe.

El primero lo dedica a recordar uno de los lemas de Estados Unidos, “Una nación bajo Dios”. “Jesucristo, el divino Hijo de Dios, nuestro Salvador resucitado”, es el segundo, aunque aquí precisa que, si bien “no todos vosotros comparten” la creencia en Jesús de Nazaret “como completamente Dios y completamente hombre”, aquellos que si lo hacen “están obligados a vivir en Su Luz y llamar a otros para que lo conozcan”.

El tercer punto es la santidad de la vida. “La vida humana es sagrada desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”, recuerda el obispo, que insta a los fieles “a aceptar y aferrarse firmemente a esta verdad”: que toda vida humana es un don sagrado de Dios. Y también a trabajar incansablemente “contra todos los intentos de los tiempos modernos de socavar la santidad de la vida y el derecho fundamental a la vida”. “El aborto es un flagelo en nuestra tierra y en nuestro mundo”, afirma Strickland.

“Dios nos hizo hombre y mujer”, reza el cuarto punto de la carta. En esta época “debes proclamar enérgicamente esta verdad básica. Es biológicamente cierto”, señala el prelado americano. “Esta realidad de tu existencia se ve socavada y amenazada de numerosas formas en la sociedad moderna, en esta nación y en todo el mundo, cada vez que se niega el gran regalo de tu diferencia y complementariedad, como hombre y mujer”,

explica.

El matrimonio para toda la vida, entre un hombre y una mujer, y abiertos tener hijos, es el quinto punto. Strickland hace un llamamiento a todos los fieles para que se resistan a “los intentos de redefinir el matrimonio”. “Son contrarias a la Ley Moral Natural y a la enseñanza de la Sagrada Escritura. Son contrarias al Depósito de la Fe que ha guiado a la Iglesia a través de los siglos”, asegura el prelado.

La familia como prototipo de civilización y la Constitución estadounidense como guía cívica son los siguientes puntos. El octavo es interesante por lo poco frecuente que es, últimamente, escucharlo de un pastor: la muerte, el juicio, el cielo y el infierno.

Strickland anima a todos a reflexionar con frecuencia sobre estas cuatro últimas cosas y considerar “cómo las decisiones que tomen hoy afectarán el final de sus vidas en la tierra”. “La enseñanza de la Iglesia sobre el cielo y el infierno establece claramente que todos ustedes tienen una opción en su destino eterno. Pasarás la eternidad con Dios o estarás totalmente ausente de Dios. Debes arrepentirte de tus pecados, acudir al Señor Jesucristo en busca de perdón, abrazar la reparación como puedas y buscar vivir de manera más virtuosa cooperando con la gracia de Dios. El juicio final, del que habla Jesucristo en la Sagrada Escritura, es un momento específico, pero estás eligiendo tu camino final con cada decisión diaria que tomas”, escribe el prelado.

El noveno punto lo dedica a explicar que la voluntad de Dios es nuestra eterna salvación. En el décimo y último se dirige exclusivamente a los fieles católicos:

“Os exhorto a que confiéis en Dios, su hijo Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, y a que busquéis conocerlo más profundamente en vuestra jornada diaria. Arrepentíos de vuestros pecados y buscad las virtudes del Evangelio. Estudiad las Escrituras para tener una mejor comprensión de la Palabra de Dios y, a través del estudio del Catecismo de la Iglesia Católica, profundicéis vuestro conocimiento del Depósito de la Fe, que es la herencia de la Iglesia. Recibid los sacramentos con frecuencia, especialmente la Eucaristía, con alegría y reverencia porque es Jesús quien viene a ti a través de sus sacramentos”.

Con infromación de InfoVaticana

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