Barcelona se ha convertido en una ciudad fantasma, epicentro de inseguridad y violencia descontrolada. La capital de Cataluña ya es, de lejos, y según todas las estadísticas, la urbe más peligrosa de España. Una gran carta de presentción para atraer al turismo y la inversión internacional. Que lejos quedan aquellos años de esplendor, en la época dorada de los Juegos Olimpicos. Ahora, en los años de Colau, les habrían robado… hasta el pebetero.
El último crimen ha tenido lugar este miércoles en una céntrica parroquia de la calle Consell de Cent, con un violento asalto con agresión incluida al sacerdote. Ya no se respetan ni los lugares sagrados.
La pequeña iglesia suele repartir comida cada tarde para los más desfavorecidos. Durante el reparto, una mujer de más de ochenta años ha entrado en la parroquia para hablar con el cura, con quien tenía una cita previa concertada.
En este momento, un hombre se le ha acercado por detrás y le ha estirado un colgante que llevaba en el cuello. Ha habido un enfrentamiento entre ambos y gritos que han hecho salir al religioso, que se ha enfrentado directamente con el agresor.
UN VIEJO CONOCIDO DE LA POLICÍA
El detenido, según la policía, ha atacado al cura con un cristal y le ha hecho un corte en el cuello. Después ha intentado huir.
Cuando escapaba, sin embargo, la persona que estaba repartiendo la comida ha conseguido retenerlo. Después se ha avisado a los Mossos d’Esquadra, que han enviado a una patrulla al lugar. Los agentes han detenido al individuo. Según el cuerpo policial se trata de un hombre de nacionalidad marroquí con varios antecedentes por robo con violencia. Otro caso aislado que los medios no te contarán.