Un jesuita, pieza clave en la estrategia para quitarle independencia a la milenaria ‘Orden de Malta’

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*  El proyecto de Carta Constitucional y Código melitense elaborado por el grupo de trabajo encabezado por el cardenal Tomasi no gustó al ala alemana de la Orden de Malta que quiere una Orden que ya no sea religiosa en la que los profesos no entren en el gobierno.
*  Para enterrar la reforma, la asociación alemana hizo filtrar el texto, subsanando una audiencia pública del Delegado Especial.
*  Y Von Boeselager desafía al Vaticano pero admite tener serias dificultades.

 

Mientras los ojos de todos están puestos en las negociaciones para la elección del presidente de la República Italiana, a pocos kilómetros se desarrolla otro tira y afloja entre los máximos responsables institucionales, los de la Soberana Orden de Malta. La Soberana Orden de Malta (Smom) ha llegado a las etapas finales de la reforma constitucional querida por el Papa Francisco en 2017. El borrador de la Carta Constitucional y el Código Melitense elaborado por el grupo de trabajo encabezado por el cardenal Silvano Maria Tomasi no fueron del agrado del influyente ala alemana de la Orden que intentó enterrarlo, haciendo que el texto provisional se filtrara incluso antes de la reunión con el grupo de trabajo ampliado formado sólo para escuchar sugerencias.

Un  Smom-filtra  con el presidente de la Asociación Alemana que hizo circular el borrador (que no debería haber tenido en su poder) logrando el oído público del Delegado Especial que en una carta lo señala como autor de «circulación indebida» . Pero también el descontento de los alemanes terminó en blanco y negro y por boca de su líder, el Gran Canciller Albrecht Freiherr von Boeselager, quien en una carta a los distintos líderes de la Orden precisó que tenía «serias dificultades» para aceptar el «desafíos constitucionales» «que plantean la nueva Carta y el nuevo Código.

El Barón de Altenahr considera las novedades surgidas del trabajo del grupo de trabajo «un peligro» para la «soberanía de larga data» de la SMOM y da un paso atrás formal, nombrando al presidente de la Asociación Libanesa, Marwan Sehnaoui, «oficialmente conducir el proceso de reforma constitucional de la Orden”. Como usted lo entiende, Sehnaoui debería por lo tanto liderar un equipo paralelo al oficial del Delegado Especial en nombre del Gobierno.

Un gesto ciertamente nada relajante hacia el equipo liderado por el cardenal Tomasi al que el Papa Francisco ha dado carta blanca para llevar a cabo una reforma que sigue encontrando resistencias. Boeselager va all-in y ataca de frente a la Santa Sede, acusándola de haber cerrado los «canales convencionales entre entidades soberanas» a través de los cuales expresar sus objeciones al contenido del borrador. La injerencia vaticana en la soberanía de la Orden, negada por el propio Gran Canciller en el momento de la dimisión de Matthew Festing en 2017, se convierte ahora en el argumento que él mismo utilizó para oponerse a las formas en que Tomasi está llevando a cabo la petición de renovación espiritual realizada por el Papa.

Pero el ex Gran Maestre británico , frente al Pontífice, mostró obediencia y dimitió, mientras que el Gran Canciller no parece dispuesto a aceptar las decisiones del hombre a quien Francisco ha concedido actuar  ex auctoritate Summi PontificisEn cualquier caso, el cardenal Tomasi no se quedó de brazos cruzados y respondió a Boeselager con una nueva carta en la que recordaba que el texto criticado por los alemanes aún no era definitivo y se acordó esperar el texto tras la reunión del grupo de trabajo. trabajo ampliado para emitir un juicio. El Delegado Especial defendió su labor distinguida por el respeto al espíritu de colaboración, pero no cejó en devolver las acusaciones al remitente, blandiendo la filtración de noticias sobre el contenido de la nueva Carta que se había lanzado en las últimas semanas como «procedimiento cuestionable e incompartible» del ala alemana de la Orden. La reunión con el grupo de trabajo ampliado, finalmente, se produjo hace dos días en un ambiente que ciertamente no era sereno por las transmisiones que llegaban del Gran Canciller. La oposición del ala alemana no se ha arañado y por su parte se ha manifestado la convicción de que los profesos no son aptos para gobernar la Orden y que hay que prescindir del abogado especial ante la Santa Sede para permitir que la SMOM preste asistencia sanitaria. y asistencia social incluso en países no católicos. Instancias que legitiman las sospechas de quienes han advertido contra el escenario de una Orden secularizada transformada en ONG. Cabe señalar que Boeselager en su carta escrita en polémica con el borrador de la Carta rechazó estas acusaciones atribuidas a «algunos grupos» que habrían creado «una dificultad personal». Orden y que debemos prescindir del abogado especial con la Santa Sede para permitir que la SMOM brinde asistencia social y sanitaria incluso en países no católicos. Instancias que legitiman las sospechas de quienes han advertido contra el escenario de una Orden secularizada transformada en ONG. Cabe señalar que Boeselager en su carta escrita en polémica con el borrador de la Carta rechazó estas acusaciones atribuidas a «algunos grupos» que habrían creado «una dificultad personal». Orden y que debemos prescindir del abogado especial con la Santa Sede para permitir que la SMOM brinde asistencia social y sanitaria incluso en países no católicos. Instancias que legitiman las sospechas de quienes han advertido contra el escenario de una Orden secularizada transformada en ONG. Cabe señalar que Boeselager en su carta escrita en polémica con el borrador de la Carta rechazó estas acusaciones atribuidas a «algunos grupos» que habrían creado «una dificultad personal».

En cualquier caso, una Orden que ya no es religiosa y con los profesos (que han hecho voto de obediencia) expulsados ​​del gobierno parece ir en sentido contrario a la renovación espiritual y moral que pide el Papa Francisco. Por eso el cardenal Tomasi se muestra decidido a defender la labor de su grupo de trabajo -en el que destaca el papel fundamental del jesuita Gianfranco Ghirlanda– para preservar el estrecho vínculo de la Orden de Malta con la Santa Sede.

Un vínculo que sólo puede ser preservado no socavando su naturaleza original como Orden religiosa a la que contribuye la centralidad de los profesos. Recientes cartas firmadas por él demuestran que el Delegado Especial, a pesar de su disposición a colaborar, no está dispuesto a tolerar las actitudes desafiantes de quienes no han compartido el contenido del borrador. En esto Tomasi probablemente se consuele en Santa Marta donde se tiene plena confianza en él y en el padre Ghirlanda, el hombre de los expedientes más delicados.

 

Por NICO SPUNTONI.

Viernes 28 de enero de 2022.

CUDAD DEL VATICANO.

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