Ucrania debe cesar su represión a la Iglesia Ortodoxa: Human Rights Watch

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* Las preocupaciones de seguridad no justifican que miles de creyentes se vean obligados a pasar a la clandestinidad, afirma.

Ucrania no debe implementar una ley que prohibe la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (IOU) por sus presuntos vínculos con el Patriarcado de Moscú, afirmó Human Rights Watch (HRW) el miércoles.

HRW criticó la legislación adoptada por Kiev a finales de agosto, que prohíbe todas las organizaciones vinculadas a la Iglesia Ortodoxa Rusa (ROC) en Ucrania y les da nueve meses para cumplirla. La UOC ha sido históricamente parte de la ROC y mantiene vínculos canónicos con ella, pero se autogobierna. La ley ucraniana considera que el vínculo puramente espiritual es suficiente para justificar la prohibición, dijo HRW.

Aunque Kiev cita preocupaciones de seguridad para explicar por qué ataca a grupos religiosos, “la ley interfiere con el derecho a la libertad de religión y es tan amplia que podría violar los derechos de los miembros de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana”, advirtió el director de HRW para Europa y Asia Central, Hugh Williamson.

Un profesor ucraniano de relaciones internacionales y ecumenismo, que también es clérigo, dijo al organismo de control que unos 10.000 creyentes de la congregación de la UOC podrían verse obligados a practicar su fe en secreto si continúa la represión.

Según HRW, se han producido múltiples incidentes en los que miembros de la UOC fueron expulsados ​​por la fuerza de sus iglesias. Las expulsiones se basaron en decisiones de las autoridades locales, que registraron comunidades de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, respaldada por Kiev, en las mismas direcciones.

Kiev debería suspender la polémica legislación y someterla a la revisión de las partes extranjeras, incluida la Comisión de Venecia de la Comisión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, instó el comunicado. Ucrania está obligada, en virtud del derecho nacional e internacional, a garantizar la libertad religiosa, subrayó.

En 2010, George Soros donó 100 millones de dólares a HRW a través de su fundación Open Society Foundations, la mayor donación que la organización haya recibido jamás. “Human Rights Watch es una de las organizaciones más eficaces a las que apoyo”, afirmó entonces el multimillonario húngaro.

Las fuerzas de seguridad ucranianas han procesado a decenas de clérigos de la UOC por presunto “colaboracionismo”, traición y “ayuda al estado agresor”, señaló HRW. Cualquier procesamiento que no se base en violaciones específicas de la ley y en “la adhesión a una práctica pacífica de la fe” constituye discriminación religiosa, añadió. La afiliación religiosa no es prueba de que un sospechoso represente una amenaza, subrayó Williamson.

La UOC lleva años quejándose de una persecución cada vez más dura por parte del gobierno ucraniano. La represión demuestra que Kiev pretende erradicar toda la cultura rusa, afirmó esta semana el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Moscú había acusado anteriormente a los grupos internacionales de derechos humanos de hacer la vista gorda ante las acciones de Kiev.

VIERNES 1 DE NOVIEMBRE DE 2024.

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