El cardenal hizo estas sorprendentes afirmaciones:
«Tenemos que agradecer que alguien que ha vivido en el terrorismo pida perdón. Quizá por alguien es poco, pero es un paso. Estamos en ocasiones demasiado polarizados en extremos. Nadie se convierte en un minuto. Empezar este camino es algo que tenemos que agradecer».
Lo cierto es que Arnaldo Otegi, en su declaración del lunes 18 de octubre con motivo del décimo aniversario del fin de ETA, no menciona la palabra perdón en ningún momento, algo que se han encargado de recordar las propias víctimas de ETA.
Como se encargó de recordar Miguel Ángel Quintana Paz en Twitter, el líder de la izquierda abertzale no ha dicho ahora nada que no haya dicho estos últimos años:
El cardenal Omella se sumaba asi a la primera tesis del PSOE sobre las palabras de Otegi, poco antes de que el propio gobierno reconociera que sigue siendo necesario que el que fue brazo político de ETA pida perdón por los crímenes de la banda terrorista.
Se da además la circunstancia de que el partido de Otegi celebra homenajes a los etarras que salen de prisión, algo que casa muy mal con la idea de un verdadero arrepentimiento, además de suponer una nueva humillación a las víctimas de ETA.
Llama también poderosamente la atención que el purpurado que dirige la Conferencia Episcopal Española hable de «polarización en los extremos», dado que en este asunto un extremo se dedicaba a asesinar y el otro a ser asesinado.
Por otra parte, el cardenal de Barcelona reconoció que «ha habido curas que se vincularon con ETA y otros no», recordando que «la sociedad y la iglesia hemos pedido tantas veces perdón. Si algunos curas lo han hecho mal, que pidan perdón. Estamos contentos de que el terrorismo desaparezca y que la convivencia en paz y concordia pueda hacer su camino en una sociedad que está tan herida».
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