Era 1934 y el pequeño Joseph tenía tan solo 7 años. La familia Ratzinger se estaba preparando para la Navidad y el más joven de los tres hermanos del matrimonio formado por Joseph y María Rieger escribió una escueta carta a los Reyes Magos que su hermana mayor, María, guardó y fue encontrada en la casa que la familia tenía en la región alemana de Baviera.
La misiva, escrita a mano por quien en 2005 convertiría en Benedicto XVI, fue hallada en el año 2012, mientras se trabaja en la restauración de la vivienda en la que nació Joseph Ratzinger y que a día de hoy es un museo. Es allí donde está expuesta. La carta dice así:
«Querido niño Jesús, pronto descenderás a la tierra. Quieres traer alegría a los niños. También a mi me traerás alegría.
Quisiera el Volks-Schott, una casulla verde y un Corazón de Jesús. Siempre quiero ser bueno.
Saludos de Joseph Ratzinger».
El pequeño Ratzinger escribió al niño Jesús utilizado una caligrafía llamada Sütterling, popularizada a partir de 1911 por Ludwig Sütterling, pero que en la actualidad ni se emplea ni se enseña. Tres son los regalos que pide el futuro Papa por Navidad ese año. El Volks-Schott, quizá el menos reconocible de los tres, es un misal en alemán que era usado entonces y que se caracteriza por tener una columna paralela en latín.
Junto a este mensaje, en la casa de Baviera se encontraron también los de los hermanos Georg y María, de 10 y 13 años entonces. En la Navidad de 1934, él pidió una casulla blanca y ella, un libro con dibujos.
En una entrevista muchos años después, el hermano mediano de los Ratzinger, Georg, recordaba que de pequeños Joseph y él jugaban mucho juntos. «Poníamos el pesebre juntos y entre los juegos más frecuentes para nosotros estaba el que llamábamos el del párroco», contó en 2011 a ACI Stampa. «Celebrábamos misa con casullas hechas por la costurera de nuestra madre solo para nosotros. A veces yo era el sacerdote o el monaguillo», recordó Georg Ratzinger, quien falleció en julio de 2020.
EL DEBATE.