La urgencia de un abordaje detallado del tema de las comunidades homosexuales en la Iglesia es subrayada de manera particular por el Papa Francisco, quien destacó la presencia en ella de un lobby homosexual y ha advertido en repetidas ocasiones contra la concesión de la ordenación sacerdotal a hombres con tendencias homosexuales. .

El Papa Francisco es muy consciente del problema relacionado con la gran cantidad de sacerdotes homosexuales y, apoyando claramente las enseñanzas de la Iglesia, los amonesta severamente. Él afirma:

“ Tuve aquí un obispo que me dijo escandalizado que en cierto momento se dio cuenta de que en su diócesis -que es bastante grande- había muchos sacerdotes homosexuales. (…) Es una realidad que no podemos negar. Estos casos no faltaron ni siquiera entre las personas consagradas. (…) En la vida consagrada y sacerdotal no hay lugar para este tipo de pasiones. Por lo tanto la Iglesia indica que las personas con tendencias homosexuales arraigadas no vienenadmitidos al ministerio sacerdotal o a las congregaciones religiosas. Ni el ministerio sacerdotal ni la vida consagrada les convienen. Se debe exhortar a los sacerdotes, monjes o monjas homosexuales a vivir el celibato de manera total, esto sobre todo para hacerlos responsables y nunca permitir que escandalicen ni a sus comunidades ni al pueblo fiel del Señor con su doble vida. Es mejor que abandonen el sacerdocio o la vida consagrada que llevar una doble vida ”.

Cardenal Oscar Maradiaga de Honduras, uno de los colaboradores y amigos más cercanos de Francisco, actualmente coordinador de la Comisión Cardenalicia de seis cardenales que asesoran al Papa en la gestión de la Iglesia y en la reforma de la Curia Romana. Cardenal Maradiaga a la pregunta: “ ¿Hay una asociación gay en el Vaticano? Él respondió: » No sólo eso, sino que el mismo Santo Padre afirmó la existencia de este ‘lobby'». El Santo Padre está tratando de sanar gradualmente esta situación ”.

Estas intervenciones están en la línea de lo señalado anteriormente por Benedicto XVI y de su última declaración, en la que el Santo Padre ha querido advertir de la existencia de lobbies homosexuales en los seminarios. 

En particular, afirmó que en el período posconciliar, «en varios seminarios religiosos nacieron grupos de presión homosexuales que actuaban más o menos abiertamente y que cambiaron significativamente el clima (…) Uno de los obispos, que había sido rector de un seminario religioso, organizó una revista de películas pornográficas para seminaristas, bajo el pretexto de hacerlos inmunes a ese tipo de conductas contrarias a la fe. (…) Me parece importante recordar que en muchos seminarios religiosos, los estudiantes sorprendidos leyendo mis libros eran considerados no aptos para el sacerdocio. Mis libros, considerados mala lectura, tenían que mantenerse escondidos, leerse debajo del mostrador.

La inspección realizada [en los Estados Unidos] no dio lugar a nuevas consideraciones, evidentemente porque diferentes fuerzas se unieron para ocultar la situación real. Se encargó una segunda inspección que resultó en muchas más observaciones, pero en general no logró resultados importantes ”.

Sin embargo, de tales grupos dentro de los seminarios, después de la ordenación de sus miembros a sacerdotes, luego a obispos y, a menudo, después de su nombramiento como cardenales, surgen o experimentan un claro fortalecimiento en general, camarillas homosexuales diocesanas, religiosas, vaticanas y eclesiásticas. Llegan a formar verdaderos lobbies homosexuales, que aquí llamaremos homolobby u homoclan por brevedad , que muchas veces actúan de manera indigna e injusta en interés de sus miembros, protegiéndolos de las consecuencias del mal perpetrado por ellos y facilitándoles en las promociones y avances de carrera que no se merecen en absoluto. Cuando recurren a actividades delictivas evidentes y regulares, se convierten en mafias homosexuales, a las que llamaremos aquí homomafias .. Como se puede ver en la citada declaración del Papa Benedicto XVI, son lo suficientemente poderosas como para poder anular las inspecciones papales en los seminarios religiosos en un país tan grande e importante como los Estados Unidos, y engañar y engañar a varios papas.

Este artículo se inspira en las declaraciones de los dos Papas antes mencionados, pero también en las de algunos cardenales, obispos, sacerdotes, consagradas y laicos, dictadas por un conocimiento indudablemente amplio de estos temas. El propósito de esta contribución es dar una explicación en profundidad del problema que denuncian, vinculado a este tipo de relación en la Iglesia. La existencia de clanes tan poderosos contrasta claramente, lógica, ética y dogmáticamente con la esencia misma de la Iglesia y su enseñanza. También es un ejemplo de la rendición de la Iglesia a la ideología de género centrada en la homoideología.