En el período comprendido del 13o Reporte, (del 21 de noviembre al 14 de diciem- bre de 2020), la pandemia tuvo uno de los peores capítulos en su evolución. Este período será recordado por el lanzamiento de las primeras vacunas contra el virus, comenzando a aplicarse en Gran Bretaña y Estados Unidos. Mientras los biológicos llegan a México, los contagios acumulados y muertes continuaban en ascenso. Al cierre de esta edición, habían más de un millón 267 contagios acumulados y 389 mil 966 de decesos en el territorio nacional; asimismo, varios estados revirtieron el color del semáforo de amarillo a naranja. Regresaron a rojo los estados de Baja California y Zacatecas; 24 en naranja y 10 estarían en nivel máximo de riesgo: Sonora, Coahuila, Nuevo León, Durango, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, México y Ciudad de México, mientras que tres entidades avanzaron hacia el color verde: Campeche Veracruz y Chiapas.
El informe comprende el período del histórico cierre de Basílica de Guadalupe para evitar la congregación de millones de eles. En conferencia de prensa del 24 noviembre, la jefa de gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo; el arzobispo primado de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López; el secretario general de la CEM, Alfonso G. Miranda Guardiola (estos dos últimos vía remota), el rector de Basílica de Guadalupe, Salvador Martínez Ávila y el alcalde en Gustavo A, Madero, Francisco Chíguil Figueroa, anunciaron el plan del cierre del complejo mariano del 10 al 13 de diciembre, en lo que fue un cierre inédito jamás ocurrido en la historia del Santuario nacional. Al 12 de diciembre, el reporte fue blanco, en donde sólo unas decenas de peregrinos llegaron a su meta, logrando disuadir las concentraciones masivas; no obstante, previo al cierre temporal, se habían registrado flujos constantes de peregrinos en previsión de la clausura para cumplir así con sus tradiciones y valores religiosos.
Este período fue particularmente lamentable. Tres obispos fallecieron por complicaciones derivadas del covid-19. Destaca el caso del emérito de Autlán, Mons. Gonzalo Galván Castillo. La muerte fue anunciada por la Conferencia del Episcopado Mexicano el 23 de noviembre. Fuentes cercanas al Centro Católico Multimedial indicaron que el obispo retirado en León había sido contagiado, no se sabe cuál fue el origen de su infección; sin embargo, trascendió que él, junto a otras personalidades, entre los que estaba el difunto obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, habían departido en una comida el pasado 28 de octubre. Días después, el emérito de Autlán murió por complicaciones respiratorias asociadas al covid-19; desde el 5 de noviembre, el obispo de Aguascalientes fue internado y su situación era delicada debido a los padecimientos preexistentes, dejó de existir el pasado 14 de diciembre.
De esta manera, se puede decir con certeza que el episcopado mexicano ha perdido cuatro obispos, tres eméritos y uno en funciones. Se advirtió de obispos infectados. De acuerdo con la información remitida a la Unidad de Investigación del CCM hasta el 14 de diciembre eran once casos en el episcopado nacional quienes padecieron la enfermedad.
Con información de CCM