Doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador Buenos Argentina. Magister en Relaciones Internacionales por el “Institut Universitaire de Hautes Études Internationales”, de la Universidad de Ginebra, Suiza. Graduado en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid. Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario Argentina. Profesor Titular de la Universidad Nacional de Lanús (Argentina) y, Profesor Titular de la Escuela Superior de Guerra en la Maestría en Estrategia y Geopolítica (Argentina). Investigador asociado del Instituto de “Estudos Estratégicos” (INEST) de la Universidade Federal Fluminense (Brasil).
¿Podría aclarar su afirmación de que el movimiento indigenista es un instrumento del imperialismo?
Con respecto al indigenismo como política permanente del imperialismo anglosajón el historiador marxista Jorge Abelardo Ramos afirma: “. Muy noble resulta la tesis de la defensa de los indios. Pero muy sospechoso el origen. Pues separar a las masas indígenas o negras, de las criollas o blancas de la actual Nación Latinoamericana, es acentuar las condiciones de esclavización general y de la balcanización hasta hoy lograda. Se trata -y he aquí el servicio que rinde una vez más la ‘izquierda’ y los ‘progresistas’ al imperialismo- de separar a las etnias; después de haber separado a las clases y a los Estados del magno proyecto bolivariano. Es una campaña contra la nación latinoamericana.”. Esta afirmación lapidaria de Jorge Abelardo Ramos –más allá de que utilice erróneamente el concepto de Latinoamérica que es un concepto inventado por el imperialismo francés– lo dice todo.
Por otra parte Andrés Soliz Rada, una de las figuras más destacadas de la izquierda boliviana sostiene que el movimiento indigenista es una construcción neocolonial, ejercitada por pseudoizquierdistas, para destruir los Estados nacionales “in constituidos”, e impedir la construcción de un Estado continental iberoamericano, único instrumento político capaz de enfrentar con éxito a las grandes compañías transnacionales, al capital financiero internacional y a las grandes potencias del siglo XXI.
¿Podría profundizar en su afirmación de que el movimiento indigenista es fomentado por numerosas ONG al servicio del capital financiero internacional o más precisamente por el imperialismo internacional del dinero? ¿Podría dar algún ejemplo? ¿No es un poco exagerado hablar del imperialismo internacional del dinero?
Permítame precisar primero que el concepto de imperialismo internacional del dinero -que tanto espanta a algunos representantes de la derecha católica, que son en realidad calvinistas de rito católico- fue acuñado por el papa Pío XI en su enclítica Quadragessimo Anno del año 1931 y que luego fue retomado y ratificado por Juan XXIII el 15 de mayo de 1961 en Mater et Magistra y posteriormente por Pablo VI, el 26 de mayo de 1967, en Populorum Progressio.
Andrés Soliz Rada presenta como caso paradigmático de una ONG que predica la leyenda negra y el indigenismo, a fin de fomentar la fragmentación territorial de los estados hispanoamericanos, a la organización Mapuche International Link (MIL) creada en la ciudad de Bristol el 11 de mayo de 1996, que reemplazó al Comité Exterior Mapuche (CEM), organización que venía operando desde 1978. Al respecto Andrés Soliz Rada afirma: “La sede de la ‘nación mapuche’ funciona en el Reino Unido (6 Lodge Street, Bristol), que tiene varios intereses geopolíticos en el Atlántico Sur, razón por la cual, gracias a su poderío atómico y al de la OTAN, ocupa las islas Malvinas, Sandwich del Sur, que pertenecen a la Argentina. Cabe añadir los enormes intereses empresariales de Gran Bretaña en la región cordillerana, fronteriza entre Argentina y Chile… Los araucanos, hoy denominados mapuches, llegaron a territorio argentino a partir del siglo XVII. Este proceso, conocido como araucanización de la pampa, ocasionó el casi exterminio de puelches, tehuelches y pampas. Todo parece indicar que se quiere englobar a los pueblos aborígenes de la región para impulsar una ‘nación mapuche’, en territorios argentinos y chilenos, dentro de los planes trazados en Bristol y apoyados por las embajadas británicas de Chile y Argentina”. Más claro canta un gallo.
¿Cuál es su opinión sobre los líderes indigenistas como ex presidente de Bolivia Evo Morales o actual presidente de la Asamblea Constituyente chilena Elisa Loncon?
Si el indigenismo fue un instrumento de la política exterior de Gran Bretaña y de los Estados Unidos y hoy lo es del imperialismo internacional del dinero se desprende, por lógica consecuencia, que quienes predican el indigenismo trabajan consciente o inconscientemente para el imperialismo. La chilena Elisa Loncon presidente de la Asamblea Constituyente de Chile, el presidente venezolano Nicolás Maduro, el expresidente de Bolivia Evo Morales y todos aquellos que los acompañan en la prédica de la leyenda negra de la conquista española de América y en el intento de crear artificiales repúblicas plurinacionales, son sin duda alguna, la mano de obra más barata que ha tenido el imperialismo a lo largo de toda su historia para ejecutar su plan estratégico de fragmentación territorial de las repúblicas hispanoamericanas.
Conviene recordar que la legendaria Evita no se cansó de repetir una y otra vez que: “La leyenda negra con la que la Reforma se ingenió en denigrar la empresa más grande y más noble que conocen los siglos, como fueron el descubrimiento y la conquista, sólo tuvo validez en el mercado de los tontos o de los interesados.”. Paradoja de la historia, el 26 de octubre de 1959, María Ayma Mamani -que admiraba a Eva Perón- bautizó a su hijo, que años más tarde sería presidente de la República de Bolivia y predicador de la leyenda negra, con el nombre de Evo justamente en honor a Eva Perón la mujer que más combatió, en la historia de Hispanoamérica, a la leyenda negra y a los negrolegendarios a los que ella calificaba de tontos útiles o mercenarios.
¿Cuál es el nivel de aceptación actual de la leyenda negra antiespañola?
Gracias a la hegemonía del pensamiento progresista en todos los niveles del sistema educativo la aceptación de la leyenda negra es casi absoluta. Si como sostuvo Eva Perón “la leyenda negra sólo tuvo validez en el mercado de los tontos o de los interesados” es evidente que hoy el pensamiento negrolegendario es hegemónico porque se repartieron, durante los últimos treinta años, muchos privilegios entre los profesores universitarios y mucho dinero entre los periodistas y escritores para que atontaran a muchos alumnos y a muchos lectores.
¿Sin esta leyenda negra el indigenismo no tendría razón de ser?
Claro, porque si los profesores progresistas no mintieran y mienten mucho- los indígenas hoy movilizados que destruyen estatuas sabrían que el 80 por ciento de la población que habitaba lo que hoy denominamos México marchó con Cortés contra los aztecas porque ellos eran el principal alimento de la nobleza y de la casta sacerdotal azteca. La alimentación básica de los aztecas era la carne humana de los pueblos oprimidos. La nobleza se reservaba los muslos y las entrañas se la dejaban al populacho. En lo que hoy llamamos México, había una nación opresora y cientos de naciones oprimidas, a las cuales los aztecas no solo le arrebataban sus materias primas -tal y como han hecho todos los imperialismos, a lo largo de la historia- sino que les arrebataban a sus hijos, a sus hermanos… para sacrificarlos en sus templos y luego, repartir los cuerpos descuartizados de las víctimas en sus carnicerías, como si fuesen chuletas de cerdo o muslos de pollo.
La historia escrita por lo negrolegendarios y predicada por los profesores progresistas ha ocultado siempre que los pueblos originarios en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Chile estuvieron contra la independencia porque ese hecho, históricamente irrefutable como demuestro en “Madre Patria”, hace caer como un castillo de naipe toda la leyenda negra de la conquista española de América. Se les oculta a los alumnos que Francisco de Miranda -que comandaba un ejército formado por hijos de españoles que se habían enriquecido con el contrabando- fue derrotado por los indios jirahara cuya lengua era el chibcha y que Simón Bolívar solo pudo aplastar a los indios guajiros, a los indios pastusos y a la masa de negros y mulatos que lo enfrentó hasta el último aliento, con los cinco mil soldados británicos, veteranos de la guerra europea, que en su ayuda envió su graciosa majestad británica. En el Perú se les oculta a los niños que en la sierra los indios se opusieron a la independencia y que combatieron, conducidos por el cacique Antonio Huachaca, increíblemente hasta el año 1839. En Chile, al propio pueblo mapuche se le oculta que los mapuches en su totalidad, comandados por los caciques Nekulman, Mariwán, Mangín Weno y Ñgidol Toki Kilipán, se mantuvieron fieles a España y contrarios a la independencia hasta que fueron derrotados, en la madrugada del 14 de enero de 1832 en la batalla de las lagunas de Epulafquenen, por el blanquísimo general chileno don Manuel Bulnes.
¿Por qué los indigenistas se afanan en derribar estatuas? ¿Qué hay detrás de ese afán inconoclasta? No se conforman con esto, sino que buscan reformar las constituciones de los diferentes países hispanos ¿Con qué fin? ¿Hasta qué punto es peligrosa la fragmentación de estas repúblicas que quieren convertir en plurinacionales?
Destruyendo estatuas creen ser revolucionarios y no se dan cuenta que son la mano de obra más barata del imperialismo. La formación de las llamadas republicas plurinacionales preanuncia que estamos camino hacia una nueva fragmentación territorial. Quienes mueven los hilos tienen como objetivo provocar una nueva balcanización de las repúblicas hispanoamericanas, haciendo aparecer un estado mapuche, un estado quechua o un estado aimara… Hispanoamérica se convertirá en una verdadera Babel idiomática. Entonces dentro de treinta años, cuando se haya extinguido en la sierra peruana todo rastro del español y cuando haya desaparecido en el sur de Chile totalmente el uso del español, los quechua-hablantes estarán completamente incomunicados con los mapuzugun-hablantes –los que hablan mapuche- Los quechua-hablantes y los mapuzugun-hablantes estarán completamente aislados unos de otros y en el mejor de los casos se comunicarán en inglés. Así, nuevamente divididos, seremos aún más impotentes frente al capital financiero internacional y las grandes potencias. Parafraseando a Jorge Abelardo Ramos podemos decir que se trata de un nuevo servicio que rinde una vez más la ‘izquierda’ y los ‘progresistas’ al imperialismo.
¿Por qué sostiene que España está en peligro de muerte?
A los españoles se les ha enseñado a odiar su pasado y la actual izquierda española, es la principal responsable de esa situación. El nudo gordiano de esa falsa historia de España, que lleva a que los españoles odien su pasado, es la leyenda negra de la conquista española de América. Sin embargo, no estamos tan solo delante de un problema historiográfico, estamos también delante de un problema político porque la falsa historia lleva, inevitablemente, a una falsa -y por lo tanto mala- política. Los pueblos que no saben de dónde vienen no saben a donde tienen que ir o mejor dicho van conducidos por aquellos que han falsificado su historia hacia el borde del abismo, es decir hacia su suicidio histórico. Resulta entonces que los separatistas catalanes amparándose en la leyenda negra -predicada por los políticos y profesores progresistas- dicen: “así como España conquistó y saqueó América, conquistó y saqueó Cataluña”. Entonces, a partir de esa falsa premisa, adoctrinan a los niños en las escuelas, en el odio a España y a su lengua común. Este hecho axial hace que España cabalgue, casi inexorablemente, a su fragmentación territorial. Lo curioso es que el separatismo catalán es un aliado natural de los movimientos indigenistas que en Hispanoamérica trabajan, inconfesadamente, para la creación de repúblicas indias, es decir para fragmentar a las repúblicas hispánicas que son, a su vez, un producto histórico de la gran fragmentación territorial de la nación hispanoamericana fomentada durante el proceso de independencia, por Gran Bretaña.
¿Podría explayarse en esa relación entre el separatismo catalán y los movimientos indigenistas en Hispanoamérica?
El separatismo catalán fomenta, hoy, en Hispanoamérica con el dinero de todos los contribuyentes españoles y contando con la simpatía y la complicidad del imperialismo internacional del dinero a los movimientos indigenistas que predican el “fundamentalismo indigenista fragmentador.” A los separatistas catalanes tanto como a los falsos líderes indigenistas -impregnados del odio a España-, les encantaría por ejemplo, que en la selva ecuatoriana se pierda todo rastro del español, que en Perú, en la región de Cuzco se abandone el uso del español y se hable solo el quechua, que en Puno, se imponga el uso exclusivo del aimara y se olvide el español, que en el sur de Chile y en la Patagonia argentina, se imponga a sangre y fuego, el mapuche y se persiga a los hispanoparlantes. Cuando eso se haya logrado resultará natural que cada uno de esos grupos lingüísticos azuzados por intereses foráneos reclamen su independencia. El nacionalismo separatista catalán y el indigenismo fundamentalista balcanizador, son hermanos gemelos pues, ambos, comparten un afán por borrar todo lo español con lo que sirven a los intereses de quienes quieren desconstruir España y fragmentar a las repúblicas hispanoamericanas.
¿Cómo se podría definir el movimiento indigenista y hasta qué punto es la antítesis de la hispanidad?
Como demuestro en mi libro “Madre Patria. Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán” la evidencia histórica no deja lugar a dudas de que el movimiento indigenista fue fomentado primero por el imperialismo inglés, luego por el imperialismo yanqui y hoy por numerosas ONG al servicio del capital financiero internacional o dicho más precisamente al servicio del imperialismo internacional de dinero. Esa política buscaba y busca romper la unidad lingüística y religiosa de Hispanoamérica a fin de fomentar una nueva balcanización dado que la política permanente de las grandes potencias consiste, siempre, en dividir para reinar. Es por ello que el movimiento indigenista puede ser definido sin duda alguna como un instrumento del imperialismo para fragmentar las repúblicas hispanoamericanas y convertirlas en segmentos anónimos del mercado internacional. El indigenismo es sin duda alguna la antítesis de la hispanidad. Los indigenistas tienen el mismo concepto de nación que tenían los nazis. Una noción de la nación basada en la raza. Los líderes indigenistas –como los separatistas catalanes- son racistas aunque traten de disimularlo para parecer simpáticos ante la opinión pública mundial.
En primer lugar, ¿esperaba la grandísima aceptación del libro Madre Patria?
Ciertamente lo deseaba con todo mi corazón. Si hacemos un poco de historia de cómo nació “Madre Patria” tenemos que remontarnos al año 2018 cuando la Providencia hace que me encuentre con Don Aquilino Duque y su adorable esposa Sally en un bar en Avenida de Mayo en la ciudad de Buenos Aires. Don Aquilino me invitó en esa ocasión a dar una conferencia Magistral en la Universidad de Sevilla y resultó que la fecha de mi disertación quedó pactada para el 10 de octubre. Cuando me di cuenta que debía hablar en Sevilla a horas de conmemorarse un nuevo aniversario del descubrimiento de América entendí que la Providencia había arreglado las cosas para que empezara a luchar contra la leyenda negra de la conquista española de América que era el huevo de la serpiente de todos los males que nos afectan.
En esa ocasión cité a dos grandes pensadores. A Juan José Hernández Arregui, que postuló como principio político que: “La leyenda negra contra España erigida por los anglosajones, debe ser desarmada por los hispanoamericanos, más que por los españoles”. Y a Miguel Unamuno, que planteó como imperativo categórico que: “España tendrá que reconquistarse a sí misma desde América”. Y finalicé mi conferencia afirmando: “Pues bien, esa reconquista ha comenzado esta noche aquí en Sevilla”. Entonces, cuando terminé de escribir Madre Patria, si bien deseaba y deseo con todo mi corazón que “Madre Patria” sea un éxito, comencé a entender que, aunque nos llevara años, habíamos comenzado la reconquista de España aquella tarde de Sevilla del 10 de octubre del 2018 y que “Madre Patria” era un hito de esa gran empresa que la Providencia nos encargó, a nosotros, los hijos de España en América.
¿Se podría decir que está renaciendo un espíritu de recuperar y reivindicar el tesoro de la hispanidad?
Sin ninguna duda está renaciendo la Hispanidad, pero debemos tener mucho cuidado porque la leyenda negra es como un virus que hace siglos ataca al mundo hispano y que engendra, cuando parece que va a extinguirse, siempre una cepa nueva. Hoy España -tanto como las repúblicas hispanoamericanas- está en peligro de muerte porque cuando un estado corre el riesgo de fragmentarse territorialmente está evidentemente en peligro de muerte. Lo positivo es que están surgiendo anticuerpos. Imperiofobia de María Elvira Roca Barea y Madre Patria son tan solo dos ejemplos de esos anticuerpos que la Hispanidad necesita para defenderse del mortal virus negrolegendario.
Por Javier Navascués.
(*) Marcelo Gullo Omodeo.
Libros publicados: Argentina Brasil: la gran oportunidad, Buenos Aires, ed. Biblos 2005; La insubordinación fundante. Breve historia de la construcción del poder de las naciones. Buenos Aíres 2008; Le temps des Etats continentaux? Les nations face à la mondialisation situation des pays latino-américains, Paris, Edit. Tarki, 2010, La costruzione del Potere, Storia delle nazioni dalla prima globalizzazione all’imperialismo statunitense, Firenze, Ed. Vallecchi, 2010; Insubordinación y desarrollo: las claves del éxito y el fracaso de las naciones, Buenos Aires, ed. Biblos 2012; La historia oculta. La lucha del pueblo argentino por su independencia del imperio inglés, Buenos Aires, ed. Biblos 2012, Haya de la Torre: La lucha por la Patria Grande Buenos Aires, Ed. de la Universidad Nacional de Lanús 2014; Relaciones Internacionales. Una teoría crítica desde la periferia sudamericana, Buenos Aires, ed. Biblos 2018.
Doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador Buenos Argentina. Magister en Relaciones Internacionales por el “Institut Universitaire de Hautes Études Internationales”, de la Universidad de Ginebra, Suiza. Graduado en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid. Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario Argentina. Profesor Titular de la Universidad Nacional de Lanús (Argentina) y, Profesor Titular de la Escuela Superior de Guerra en la Maestría en Estrategia y Geopolítica (Argentina). Investigador asociado del Instituto de “Estudos Estratégicos” (INEST) de la Universidade Federal Fluminense (Brasil).
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