Mañana se celebra la fiesta musulmana del sacrificio. Con más de 50.000 casos nuevos por semana, el gobierno ha prohibido las celebraciones públicas y ha dispuesto estrictos protocolos sanitarios para el sacrificio de animales. Expertos: Los desplazamientos para los festejos que siguen al Ramadán han contribuido a la actual crisis de salud.
El gobierno central ha prohibido todas las ceremonias relacionadas con el Eid al-Adha, la fiesta musulmana del sacrificio que se celebra mañana, también conocida en Indonesia como Hajj Lebaran. El Ministerio de Asuntos Religiosos anunció ayer la decisión en un comunicado que prohibe la oración pública en los lugares de culto e impone estrictos protocolos sanitarios para el sacrificio de animales. El ejecutivo también recomienda confiar únicamente en el matadero público del país, que distribuirá la carne de casa en casa.
El elevado número de contagios obligó al gobierno a tomar esta medida. Con un promedio semanal de más de 50.000 casos por día, Indonesia ha pasado a ser el nuevo epicentro de la pandemia en Asia. Los expertos en salud consideran que las reuniones religiosas que siguieron al Eid al-Fitr (la fiesta que concluye el mes sagrado del Ramadán) y el consiguiente desplazamiento de personas a fines de mayo contribuyeron a la crisis sanitaria actual.
Escasean los suministros de oxígeno y numerosos médicos y enfermeras han sido víctimas del covid-19, debido en parte a la propagación de la variante Delta que apareció por primera vez en la India.
El responsable del grupo de trabajo nacional contra el covid, Wiku Adisasmitoe, dijo que las nuevas reglas se aplicarán de manera especialmente rigurosa en las islas de Bali y Java, donde se impondrán severas restricciones a la movilidad de los habitantes hasta fin de mes. Luego aconsejó a la población que evitara las aglomeraciones, como la recitación pública del takbir y todo tipo de celebraciones.
Por Mathias Hariyadi.
Yakarta, Indonesia.
AsiaNews.