Guanajuato sufre los estragos de la encarnizada violencia y desde la detención de José Antonio Yépez, alias el “Marro”, muchos anexos han cerrado sus puertas, lo que deja en el abandono a muchas personas en rehabilitación por drogas o alcohol.
El Dato:
José Antonio Yépez Ortiz, también conocido como “El Marro”, es un narcotraficante y huachicolero mexicano, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, hasta su captura del pasado 2 de agosto. Fue buscado por el Gobierno de México por su participación activa en el robo y venta ilegal de combustible en Guanajuato.
Así lo mencionó el vocero de la Diócesis de Celaya, P. José de Jesús Palacios, al ser entrevistado por la Agencia Católica de Noticias (ACN), al tiempo que refirió que además de la grave crisis que originó el coronavirus, se suman los estragos de la delincuencia organizada y narcotráfico.
Vemos una situación muy complicada porque, es de conocimiento público, que muchos de estos espacios (centros de rehabilitación), se crearon con el deseo de sacar de sus vicios a jóvenes y adultos; sin embargo, algunos operaban como escondite de sicarios, tal como se ha dado a conocer por medios locales; de ahí que las autoridades civiles, han puesto el ojo a todas estas instituciones o servicios que algunos particulares ofrecen de rehabilitación de drogas y alcoholismo para que cuenten con los permisos que exige la ley,
aclaró.
Por lo anterior, urgió a los tres órdenes de Gobierno, a revisar las autorizaciones correspondientes de cada uno de estos anexos y que supervisen que cuenten con protocolos necesarios para su operación.
Hay que tener bajo lupa a quien ofrezca este tipo de servicios a la comunidad y que cumplan con lo establecido, así como que estén reconocidos oficialmente por la autoridad del Estado,
refirió.
Confirmó que la Iglesia católica sólo cuenta con casas de asistencia para asistir a los migrantes e indigentes, pero “no contamos con casas de rehabilitación para alcohólicos o para drogadictos”.
