Vatican News informa que «la realeza de Jordania, el rey Abdullah II ibn Al Hussein y la reina Rania, y la organización humanitaria haitiana Fokal, son los ganadores del Premio Zayed 2022 en Abu Dhabi.
Inspirado en el Documento sobre la Fraternidad Humana, firmado por el Papa Francisco y el gran imán de Al-Azhar en 2019, el premio pretende ser un reconocimiento a quienes han contribuido a la construcción de un mundo más pacífico y armonioso basado en los valores de la fraternidad humana”.
El sitio web de la revista Oasis, creado por iniciativa del cardenal Angelo Scola, nos recuerda en cambio que el rey Abdullah es «una de las figuras más involucradas» en el caso Credit Suisse revelado recientemente por una investigación realizada por periodistas especializados en investigaciones sobre corrupción.
Después de los papeles de Pandora, es hora de Credit Suisse
(Claudio Fontana, Oasis)
Los datos de 18.000 cuentas bancarias abiertas en el banco suizo Credit Suisse fueron sustraidos y enviados a Suddeutsche Zeitung por un topo que calificó de «inmorales» las leyes de secreto bancario en Suiza. Y como suele ocurrir en estos casos (sucedió por ejemplo con los llamados papeles de Pandora ) los líderes de Oriente Medio se encuentran entre los protagonistas -a su pesar- de las noticias.
Una de las figuras más involucradas es el rey Abdullah de Jordania , quien supuestamente guardó una verdadera fortuna (cientos de millones de dólares) en sus cuentas bancarias suizas, algunas de las cuales fueron abiertas justo cuando estalló la Primavera Árabe . O peor aún, cuando Jordania negoció reformas con el Fondo Monetario Internacional que obligarían a los jordanos a hacer numerosos sacrificios. La principal pregunta que ha surgido hasta ahora se refiere al origen de esa riqueza, como dijo la activista Nuha Faouri a Middle East Eye . La monarquía aseguraba que la mayor parte de estos fondos proceden de la herencia recibida del padrey argumentó que ni el rey ni la reina malversaron nunca los fondos públicos. Por otro lado , Le Monde ha centrado correctamente la atención en el sistema del que se beneficia la monarquía , más que en las elecciones individuales de la realeza: la legislación jordana, de hecho, exime al rey de todo tipo de impuestos (incluidos los impuestos sobre la herencia recibida). ) y de los impuestos aduaneros sobre las importaciones hechas a su nombre.
Las noticias que circulan no hacen más que reforzar entre los ciudadanos la percepción de un rey totalmente desvinculado de la realidad cotidiana de sus súbditos y ayudan a dar la idea de una monarquía en dificultades, poco menos de un año después del (presunto) intento de golpe de Estado organizado. por el Príncipe Hamza. Todo ello mientras el Estado ha reforzado su capacidad represiva, aspecto que también destaca el hecho de que ningún medio jordano haya dado protagonismo a la noticia hasta que la Corte Real ha emitido una respuesta detallada a las investigaciones.
El rey Abdullah todavía está en «buena» compañía . De hecho, como recuerda Le Monde , alrededor de cuarenta cuentas han sido abiertas incluso por altos niveles de los servicios secretos de varias naciones. Entre ellos Omar Souleiman, jefe de espionaje de Hosni Mubarak, Sa’ad Khair, ejecutivo entre 2000 y 2005 de la inteligencia jordana, Ghaleb Al-Qamish, al frente de los servicios en Yemen durante 30 años, o Akhtar Abdur Rahman, jefe del ISI paquistaní en la década de 1980.
oasis center.
