El rey Carlos III pospuso su visita de principios de abril al Papa Francisco y a la Santa Sede, citando la necesidad del Pontífice de descanso y convalecencia en el Vaticano.
En un comunicado emitido el martes por la tarde, el Palacio de Buckingham anunció que la visita de estado del Rey Carlos III y la Reina Camila había sido pospuesta por acuerdo mutuo entre el Palacio y la Santa Sede.

Al hacerlo, el Palacio hizo referencia al reciente alta del hospital del Papa Francisco y a su convalecencia obligatoria de al menos dos meses: “el asesoramiento médico ahora ha sugerido que el Papa Francisco se beneficiaría de un período prolongado de descanso y recuperación”.
El Palacio deseó lo mejor a Francisco y añadió que esperaban ver al Papa cuando se recuperara.
La pareja real tenía previsto visitar el Vaticano y la Santa Sede el 8 de abril, donde se reunirían en privado con el papa Francisco y participarían en un evento «ecuménico» en la Capilla Sixtina. La ceremonia ecuménica tenía como objetivo celebrar la pasión compartida por los temas ecológicos entre el rey y el papa.
Como parte del Viaje Real a la Santa Sede, el Rey tenía previsto reunirse con seminaristas católicos de países de la Commonwealth, mientras que la Reina tenía previsto reunirse con líderes religiosas católicas en un evento organizado por la Unión Internacional de Superioras Generales.
Toda la visita a la Santa Sede fue anunciada como “una visita histórica en el año del Jubileo Papal, y marcará un avance significativo en las relaciones entre la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra”.
La visita real a la Santa Sede, anunciada originalmente el 18 de marzo, generó sorpresa dado que en ese momento Francisco todavía estaba en el hospital y no se vislumbraba su alta.
Formaba parte de una gira real más amplia que el Rey y la Reina estaban realizando a Italia y la Santa Sede, mientras que sus compromisos previos a Italia seguían vigentes.
El Papa recibió el alta hospitalaria el domingo, en un anuncio impactante dado por sus médicos el sábado. Sin embargo, ahora necesitará al menos dos meses de convalecencia en el Vaticano, además de continuar con su terapia motora y respiratoria diaria.
Su agenda social se ha despejado y los médicos le han recomendado encarecidamente que no tenga contacto con grupos o individuos que no estén en su círculo habitual de asesores inmediatos, a fin de limitar la posibilidad de infección.

Por MICHAEL HAYNES,
corresponsa en el Vaticano.
LIFESITENEWS.