Después de orar por el eterno descanso de los Fieles Difuntos, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, llamó a la feligresía a ser sensible frente al dolor ajeno y ayudar al prójimo para “sanear al mundo”.
En su homilía dominical, pero con dedicación por el Día de Muertos, aseveró que “en esta pandemia, que acarrea dolor y sufrimiento, tenemos una meta clara, que es vivir el Evangelio para ayudar a los demás”.
El máximo jerarca de la grey católica en la entidad, puntualizó que “el dolor y el sufrimiento del mundo que vive violencia, rechazo y marginación son razones para que ahí nosotros vivamos de las bienaventuranzas, con lo cual vamos sanando nuestro mundo”.
EVANGELIO BUSCA UNA SOCIEDAD MÁS HUMANA
De hecho, Salcedo Aquino sostuvo que el Evangelio tiene la intención de hacer a la sociedad más humana, impregnarla de las relaciones de comunicación, influir en las decisiones de la vida social y política, para ver por los demás y no solo por el bien propio.
Recordó el documento “Jesús de las Naciones” para laicos, sacerdotes, obispos y religiosos de la estructura de la Iglesia, el cual habla de la santidad y el llamado a la población para hacer obras buenas y acercarse a la santidad.
“El Señor respeta nuestra forma de ser, nuestra historia personal, cualidades y nuestras áreas de oportunidad, pero debemos ser humanos y más sensibles”,
insistió.
Por último, Salcedo Aquino pidió por los Fieles Difuntos, “para que el Señor los reciba en el reino eterno”, logren su descanso y los familiares mantengan la esperanza de la resurrección.
El dolor nos hace ser cercanos, nos hace hacer personas con esperanza, para superar todas las situaciones de nuestro mundo
Con información del El sol de Tlaxcala