Patricia Mercado es senadora por Movimiento Ciudadano (MC) y en estas elecciones está contemplada dentro de la lista de diputados plurinominales del mismo partido. Es decir, no necesita del voto para seguir imponiendo su agenda en el poder legislativo. Impulsó más de 190 reformas, algunas de ellas sumamente ideológicas, tales como la legalización del aborto y de las drogas, las cuales no logró en esta legislatura, así como la criminalización de todas las terapias y tratamientos con profesionales de la salud mental en materia de sexualidad humana bajo el concepto ambiguo de “terapias de conversión” , entre otras más. No sólo es política, también fundó junto a su amiga y compañera ideológica, Martha Lamas, varias organizaciones qué se autodenominan “feministas”, tales como el Fondo Semillas, Equidad de Género, el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) y Grupo de Información de Reproducción Elegida (GIRE). Es necesario resaltar que Olga Sánchez Cordero, ex ministra y senadora por MORENA también forma parte de este selecto grupo de “feministas liberales capitalistas”.
Justamente, estas organizaciones no gubernamentales (ONGs) han recibido financiamiento internacional para promover la implementación del aborto, la ideología de género y la legalización de las drogas en el país. La labor de estas tres “feministas” ha normalizado la degradación de la naturaleza femenina, ya que han logrado avanzar en distintos temas: aborto sin límites, legalización de la prostitución, vientres subrogados (por el cual una mujer pobre renta su cuerpo y se vende a un hijo), educación sexual ideológica y la legalización de la teoría de la identidad de género, por la cual se promueve que hombres que dicen sentirse mujeres sean considerados legalmente mujeres, vulnerando de esta manera nuestra seguridad sexual y nuestros derechos humanos.
Lo que a muchos ciudadanos nos preocupa, es que a pesar de que ya se ha documentado que organizaciones internacionales financian a estas operadoras “feministas”, persiste la peligrosa injerencia de estos poderes extranjeros en nuestra política interior. La fundación Open Society (de George Soros), la fundación Ford, el gobierno de Canadá, la Unión Europea, William and Flora Hewlett Foundation, entre otras, financian al ILSB, al Fondo Semillas y a GIRE. Hay millones de dólares y libras esterlinas invertidos en estas ONGs con el único objetivo de incidir en reformas legales y políticas públicas. No es de extrañar, que, por esta razón, tengan tanto dinero para tramitar litigios estratégicos, capacitaciones y programas de incidencia social, introducir reformas legales en todos los congresos locales, sin mencionar las oficinas con personal altamente capacitado con jornadas laborales completas.
Algunas de las organizaciones fundadas por estas “feministas” a su vez financian a colectivos más pequeños del país. En la convocatoria de 2024, Fondo Semillas estableció en los requisitos y condiciones, para quienes solicitaran financiamiento, la obligatoriedad de promover la agenda trans, el aborto y la legalización de la prostitución. Colectivos que no estén de acuerdo en promover estas prácticas, simplemente no fueron financiados. ¡Cuánta sororidad!
En el año 2015, Patricia Mercado fue secretaria del Trabajo de la CDMX. Justo en ese periodo, debido a un amparo interpuesto por una organización de trabajadoras sexuales, la jueza Paula María García Villegas Sánchez Cordero, emitió una sentencia por la cual se “obligó al Gobierno del Distrito Federal a reconocer como trabajadoras no asalariadas, a las/los trabajadoras/es sexuales …” Qué casualidad que, en ese momento, cuando Olga Sánchez era ministra de la Corte, el asunto le fue turnado a su hija… Qué casualidad que siendo Patricia Mercado la Secretaria del Trabajo, se logró concretar una meta ideológica de sus ONGs ….
Patricia Mercado se dice “feminista” pero utiliza dinero extranjero para imponer políticas que nos degradan y convierten en objetos de consumo. Ni ella ni su agenda me representan a mí ni a millones de mexicanas. Lamentablemente no necesita del voto para seguir imponiendo sus preferencias ideológicas. Por esta razón te pediría: ningún voto a MC.