Como ya se ha hecho público, primero la provincia de Tucumán, después las provincias de Salta, Santa Fe y Buenos Aires y por último el gobierno nacional han impuesto la obligación de sus habitantes de contar con un pase sanitario -como prueba de la condición de plenamente vacunado de sus portadores- para poder participar en actividades públicas que pueden ser fuente de supuesto contagio viral para quienes concurran a ellas.
La excusa que dan las autoridades de las respectivas jurisdicciones es que la exigencia de contar con dicho documento -aunque en la provincia de Buenos Aires y en la Nación no cuenta con respaldo legal, porque han sido promulgados a partir de Resoluciones Ministeriales- es para “motivar” a la gente reticente para que se vacune.
Al 20 de diciembre de 2021, la información que brinda el Ministerio de Salud de la Nación es que se distribuyeron 90.775.294 dosis, de las cuales se aplicaron 73.401.337. De este total, 37.621.512 personas fueron inoculadas por primera vez y 31.812.248 con dos dosis. Y 2.183.152 recibieron una dosis adicional y otras 1.784.425 recibieron una dosis de refuerzo[1].
El total de la población argentina es de 45.799.881 habitantes. Es decir, el 69,46% está totalmente vacunada, pese a lo cual tanto el gobierno nacional como los provinciales están bailando en la histeria, y por coacción pretenden que se inoculen los no vacunados. ¿POR QUÉ?
A simple vista se advierte que hay un lote de 17.373.957 dosis que no han sido aplicadas, a lo que se suma que para el año próximo ya se han comprado -todavía no entregadas- 56.000.000 de dosis (de Pfizer, Moderna, SputnikV, Covax)[2].
En definitiva, el país ha comprado un total de más de 145 millones de vacunas, para una población total de 46 millones. Lo que significa que la intención es aplicar un promedio de 3,5-4 dosis por habitante, o se compraron “vacunas” experimentales al voleo, sin ningún tipo de plan ni planificación.
¿O será que el ritmo de vacunación se ha reducido y les es necesario a las autoridades seguir inoculando VACUNAS EXPERIMENTALES QUE ESTÁN A PUNTO DE VENCER? Porque mañana, 22 de diciembre de 2021, vence la autorización de la vacuna Comirnaty (de Pfizer S. R. L.), el 24 de diciembre vence la autorización de la vacuna SputnikV y el 30 de diciembre vence la autorización de la vacuna ChAdOx1-S (de AstraZeneca). Y no sólo esto: el próximo 9 de febrero de 2022 vence la autorización de la vacuna ChAdOx1nCoV-19 (AstraZeneca Covishield), mientras que unos días después, el 22 de febrero vence la autorización de la vacuna Sars Cov-2 (de Sinopharm).
Pero los brillantes “sanitaristas” argentinos han encontrado la solución mágica para incumplir el plazo de autorización de emergencia de los sueros experimentales: que se puedan aplicar hasta 90 días después de las fechas límites de aplicación. Es decir: el gobierno argentino y los gobiernos provinciales permiten y autorizan el uso y aplicación de “vacunas” vencidas. Como “gobierno de científicos” son brillantes, opacan a Albert Einstein, Luc Montaigner, etc.
En definitiva, resulta evidente a las autoridades argentinas no les interesa ni preocupa en lo más mínimo la salud de la población, parecería que sólo les interesa hacerle ganar sumas multimillonarias a las empresas fabricantes de las “vacunas”, que son propiedad de los grandes fondos de inversión especulativos y endeudadores seriales de los países del mundo, a través del endeudamiento externo crónico y permanente, imposible de devolver[3].
Por José Arturo Quarracino.
21 de diciembre de 2021.
[1] Cf. infobae.com/…-muertes-y-5337-contagios-en-las-ultimas-24-horas/
[2] Ver todojujuy.com/…irmo-que-llegaran-50-millones-vacunas-2022-n213111
[3] Cf. acnweb.com.mx/…-y-de-las-vacunas-que-van-a-salvar-a-la-humanidad/ y en Argentina: Terrorismo sanitario al servicio del Imperialismo Internaci…