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El Papa Francisco le dijo a un activista homosexual y profesor de teología que continuara con sus esfuerzos para hacer que la Iglesia fuera más abierta a las uniones homosexuales durante una visita privada en mayo.
El profesor Aaron Bianco, quien está en un “matrimonio” del mismo sexo, asistió a la Conferencia Internacional sobre Teología Moral en Roma, que tuvo lugar entre el 11 y el 14 de mayo, como invitado.
La conferencia fue realizada por la Pontificia Universidad Gregoriana y el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II y organizada por el Dicasterio Vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida. Se centró en Amoris Laetitia por el quinto aniversario de la controvertida exhortación apostólica del Papa sobre la familia.
Los Angeles Times publicó una historia sobre la interacción de Bianco con el Papa Francisco durante la conferencia. Bianco fue “entrenado” sobre cómo interactuar con el Papa, y se le dijo que no se inclinara, hiciera una genuflexión o besara su anillo porque “lo enoja”, pero se le dijo que se quitara la máscara para mostrar su rostro.
Le dijo al Papa: “Trabajo con católicos LGBT en los Estados Unidos, y quiero agradecerles por hablar de que todas las personas deben sentirse bienvenidas en la iglesia”.
Según Bianco, Francisco le dijo: “Necesitas continuar ese trabajo porque necesitan sentirse bienvenidos en la iglesia, y necesitamos más personas como tú”.
Bianco enseña en el departamento de teología y estudios religiosos de la Universidad de San Diego , y estuvo en Roma dando una presentación sobre los católicos que se identifican como LGBT. Anteriormente se desempeñó como asociado de divulgación del programa para la organización herética Call to Action, que apoya el «matrimonio» entre personas del mismo sexo.
Presentó su trabajo y dejó en claro a la audiencia que era un “hombre gay que vivía en una relación comprometida durante 17 años”.
Parte de su presentación se centró en las parejas LGBT que han vivido en relaciones homosexuales mientras practicaban exteriormente como católicos. Habló de una pareja de lesbianas de las que se decía que evitaban asistir a Misa porque corrían el riesgo de “el dolor de que se les negara la Eucaristía” debido al hecho de que vivían en grave contravención a la ley de la Iglesia.
Bianco criticó a los sacerdotes y obispos que niegan la Eucaristía a los católicos que actúan sobre su atracción hacia el mismo sexo. “La Eucaristía es el pináculo del amor de Dios y mora dentro de nosotros”, dijo en la conferencia. “¿No deberíamos encontrar maneras de traer de vuelta al Señor a todos aquellos en situaciones ‘irregulares’?”
Participar activamente en un comportamiento sexual pecaminoso constituye pecado mortal según las enseñanzas de la Iglesia, y el Papa Francisco ha dejado claro que los católicos no deben recibir la Sagrada Comunión a menos que hayan confesado todos sus pecados mortales conocidos.
Aunque Bianco fue recibido por el Papa y se le dio la oportunidad de presentar sus ideas que animaban a los católicos a actuar en contravención de las enseñanzas de la Iglesia, lamentó que Francisco se haya referido a las uniones homosexuales como “irregulares”.
Bianco también dejó en claro que quería trabajar para cambiar la Iglesia y elogió la decisión del Papa de elevar al obispo de San Diego, Robert McElroy, a cardenal.
En 2016, el obispo McElroy instaló a Bianco como asociado pastoral en la Iglesia St. John the Evangelist en San Diego, donde dirigió programas de educación y un ministerio de extensión pastoral y para adultos jóvenes y organizó un grupo de «estudio bíblico LGBT». Bianco incluso fue identificado como el punto de contacto para las parejas que se preparan para el matrimonio y supuestamente promovió al grupo disidente pro-LGBT New Ways Ministry (NWM) antes de renunciar en medio de una reacción violenta. Bianco también trabajó como coordinador diocesano del «ministerio LGBT».
El ascenso de McElroy fue criticado por el cardenal Gerhard Mueller, quien dijo que “nadie puede entender” por qué fue ascendido. McElroy ha promovido durante mucho tiempo la ideología LGBT en la Iglesia y se vio envuelto en un presunto encubrimiento del notorio escándalo de Theodore McCarrick.
Por KENNEDY HALL.
CIUDAD DEL VATICANO.
LIFESITENEWS.
