El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha convocado un referéndum en su país en el que realizará a los húngaros cinco preguntas respecto a la protección de los menores y el activismo LGTB.
El parlamento húngaro aprobó en junio una ley que prohibía la distribución de contenido que promueva la pornografía, el cambio de sexo y la homosexualidad para menores de 18 años.
Para “proteger los derechos de los niños”, la ley dice que “la pornografía y el contenido que retrata la sexualidad para sus propios fines o que promueve la desviación de la identidad de género, el cambio de sexo y la homosexualidad no pueden estar disponibles para personas menores de 18 años”, recoge el medio religioso.
Esta nueva legislación levantó una fuerte polémica; no en el país que dirige Orbán, no, ahí se quejaron partidos de la oposición y algunas ONG, sino en la Unión Europea, ya que esta ley rompía completamente con la agenda ideológica abrazada por Bruselas. La presión que está sufriendo el país que lidera Orbán desde que el parlamento húngaro aprobara la ley está siendo brutal.
El periódico húngaro Blikk explica cómo Orbán anunció la convocatoria del referéndum a través de su página de Facebook. Éste constará de cinco preguntas. Les pido disculpas por la pobre traducción:
- ¿Apoya la realización de clases de orientación sexual para niños menores de edad en la educación pública sin el consentimiento de los padres?
- ¿Apoya la promoción de tratamientos de reasignación de género para menores?
- ¿Apoya la disponibilidad de tratamientos no neoplásicos para niños menores?
- ¿Apoya la presentación irrestricta de contenido mediático sexual a menores que afecte su desarrollo?
- ¿Apoya la exhibición de contenido mediático sensible al género a niños menores de edad?
Infovaticana.
