Esposa, madre, y doctora en filosofía, Carrie Gress siempre ha mostrado una profunda preocupación por la crisis del hogar. Autora de The Marian Option y Marian Consagration for Children, Gress decidió fundar una revista digital que conjugase su amor por la religión y la familia con su fe cristiana.
El éxito del portal llevó a Gress, junto con su compañera y autora Noelle Mering, filósofa especialista en arte, a publicar en 2019 un método para contemplar el hogar como anticipo del cielo: The Theology of Home (web aquí)
«Nuestros hogares son anticipo del Cielo o del infierno»
Carrie estaba escuchando una canción familiar cuando tuvo la idea de escribir una Teología del Hogar: Comprendió que todos sus esfuerzos debían consistir en llegar un día a la casa de Dios. “Me sorprendió lo importante que son nuestros hogares, ya que pueden ser un presagio del cielo o un anticipo del infierno”, explica en Catholic World Report. “Nuestras casas son mucho más que un lugar donde comemos y dormimos. Allí suceden cosas importantes que nos ayudan a crecer y convertirnos en personas plenas”.
¿Cómo llevarlo a cabo? Según las autoras, buscando la belleza y la armonía del hogar. Velas aromáticas, agradables conjuntos fotográficos, recetas de cocina o consejos para que tus invitados se sientan como si estuvieran en casa son tan solo algunas de las propuestas de Theology of Home.
Es una idea que, sin embargo, no se encuentra en conflicto con el trabajo o la conciliación laboral. “Según Bradford Wilcox”, explica Gress, “las mujeres más felices son aquellas que están en casa con sus hijos, pero que tienen algún trabajo a tiempo parcial fuera del hogar”
Recuperar el hogar y la familia
Entrevistadas en The Federalist y The Catholic World Report, las autoras de Teología del Hogar proponen 7 consejos para recuperar el sentido cristiano del hogar y la familia:
1. Adaptar el trabajo a tu familia
“Un error de los últimos cincuenta años ha sido que en lugar de que las mujeres exijan que su trabajo sea favorable a la familia, han adaptado a sus familias al trabajo”.
2. Fomentar la belleza en nuestro hogar
“¿Cómo hacer que nuestros hogares en la tierra estén mejor equipados para llevar a todos los que viven en ellos a la casa del Padre? Es hora de que comencemos a reclamar nuestro patrimonio. El arte y el estilo bello no son enemigos de nuestra fe”
3. La cocina, un espacio para crear y conocer
“Aunque en comer se tarda una fracción del tiempo que ha costado prepararlo, de alguna manera ese acto crea algo nuevo: un nuevo espacio de relaciones para crecer, nuevos temas para hablar con amigos y familiares, vínculos nuevos y fuertes que ayudan a sobrellevar la vida”.
4. Valorar el trabajo en casa
“Curiosamente, nuestra cultura está obsesionada con las mejoras para el hogar, al mismo tiempo que evita la noción de ama de casa. Se desconocen los logros del ama de casa moderna en el hogar, y su trabajo está muy infravalorado”.
5. Recristianizar la cultura
“Las ideas que impulsan la cultura son marxistas y paganas, nos han sido presentados maravillosamente en revistas, televisión, música, etc. Las mujeres no se volcaron sobre Karl Marx y Margaret Sanger y luego decidieron abrazar la cultura de muerte; sino que han estado leyendo Cosmo y Vogue y simplemente han estado absorbiendo esas ideas que la cultura presenta”.
6. La compañía y ayudarse es necesario
“Gran parte de la ambivalencia que enfrentan las mujeres en la maternidad puede remediarse con el apoyo de un esposo cariñoso y atento y un puñado de amigos y vecinos que las apoyen. La vida doméstica puede ayudar a la realización del ama de casa. La subvaloración de la maternidad es hoy un grave problema persistente”.
7. No idealizar la vida doméstica
“La mujer no romantiza la rutina diaria. Hablamos de la monotonía y el tedio. Pero un objetivo principal de nuestra vida espiritual, seamos madres o no, es transformar las pequeñas tareas de cada día en ofrendas a Dios, haciéndolas con mimo y poniendo en ellas amor. Nos conectamos con Dios en los momentos pequeños y grandes de cada día, pero la mayor parte de nuestras vidas no son grandes momentos”.
José María Carrera / ReL.