Han pasado 96 días desde que, sin previo aviso de ningún tipo, en Nicaragua, Daniel Ortega, presidente dictador, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, firmaron una orden de expulsión inmediata del polaco Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio, representante del Papa Francisco.
Fue el pasado 8 de marzo. Luego, el sábado 12, el Vaticano publicó este comunicado:
“ La Santa Sede recibió con gran sorpresa y pesar la comunicación de que el Gobierno de Nicaragua ha decidido retirar el acuerdo de SE Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio Apostólico en Managua desde 2018, requiriéndole salir del país inmediatamente después de la notificación de la disposición .Esta medida parece incomprensible porque en el curso de su misión SE Mons. Sommertag trabajó con profunda dedicación por el bien de la Iglesia y del pueblo nicaragüense, especialmente de las personas más vulnerables, procurando siempre fomentar las buenas relaciones entre la Sede Apostólica y las Autoridades de la Nicaragua. En particular, cabe recordar su participación como testigo y acompañante de la Mesa de Diálogo Nacional entre el Gobierno y la Oposición política, de cara a la reconciliación del país y la liberación de los presos políticos. Si bien está convencida de que esta grave e injustificada medida unilateral no refleja los sentimientos del pueblo profundamente cristiano de Nicaragua, la Santa Sede desea reafirmar su plena confianza en el Representante Pontificio. » (Fuente)
Dentro de poco se cumplirán 100 días de la expulsión del Representante del Papa en Nicaragua , lo que no era visyo desde la época del Nuncio Mons. Antonio Riberi, expulsado de China el 4 de septiembre de 1951, a instancias de Mao Tse-Tung. El Vaticano no ha nombrado ningún nuevo Representante hasta la fecha. En estos más de tres meses, Ortega ha agudizado con dureza la represión contra la jerarquía católica y contra todo aquel que esté en contra de su gobierno, en particular de sus formas de gobernar: ejército, policía y paramilitares.
Ayer, el español Mons. Juan Antonio Cruz Serrano, Observador Permanente de la Santa Sede ante la OEA, Organización de los Estados Americanos, no quiso responder ninguna pregunta al salir de una sesión de la Cumbre de las Américas que se desarrolla en Los Ángeles. Al final, tras muchos pedidos, pronunció muy pocas palabras: «¡Claro! Hay represión. Hay preocupación».
RC/IS.
Viernes 10 de junio de 2022.
