Más de una semana después de que el tribunal constitucional prohibiera los llamados abortos eugenésicos en Polonia, los manifestantes pro-aborto en Polonia siguen atacando violentamente a sacerdotes, iglesias y monumentos.
Según el sitio web polaco de noticias políticas wPolityce, un sacerdote de la ciudad noroccidental de Myślibórz fue atacado a principios de esta semana por un militante que participaba en una protesta ilegal contra la decisión del jueves pasado del tribunal polaco de que el aborto eugenésico (el asesinato de bebés no nacidos con discapacidades) viola la constitución de la nación.
La multitud ascendió a unos 150, mientras que las medidas actuales de coronavirus limitan el tamaño de los grupos al aire libre a cinco.
El ataque, que fue grabado y luego publicado en Twitter ayer, involucró primero al manifestante golpeando al pastor de la iglesia San Juan Bautista en la cara y el estómago. Cuando tanto el pastor como otras personas en la multitud le dijeron al atacante que había estado golpeando a un sacerdote, el partidario del aborto lo atacó aún más violentamente.
«Pero él es un sacerdote, cálmate», dice uno de los espectadores en el video.
“Que sea sacerdote lo hace ideal”, dijo el atacante, quien luego persiguió al pastor hasta el edificio de una gasolinera y lo golpeó repetidamente en la cara y la cabeza.
Ewa Obarek, de la oficina del fiscal del distrito local en Szczecin, dijo a wPolityce que se está llevando a cabo una investigación, y el sitio de noticias indicó que pronto podría tener lugar un arresto.
El martes, un joven fue atacado por hombres con porras en la ciudad de Wołowin, a unas 12 millas al este de Varsovia, después de que intentara proteger una estatua del Papa San Juan Pablo II.
Según el sitio web de noticias polaco tvp.info, cientos de manifestantes a favor del aborto se habían reunido en el centro de la ciudad para gritar consignas anticatólicas y antigubernamentales. Los católicos fieles, informados sobre la manifestación, crearon un cordón humano alrededor de la estatua para que no fuera destruida.
Según la víctima, que permitió que se publicaran fotografías de sus heridas, pero no su nombre, los católicos defensores de la estatua rezaban el rosario mientras los manifestantes abortistas les gritaban obscenos insultos. Cuando la situación se calmó, los hombres fueron a verificar y ver si la iglesia local había sido vandalizada.
Regresaron a la estatua, y luego tres hombres regresaron a la iglesia, donde fueron atacados por personas enmascaradas vestidas de negro.
“Un grupo de unas cinco personas corrió hacia nosotros y nos gritó ‘defensores de la cruz’”, dijo la víctima. “Sacaron porras retráctiles y empezaron a golpearnos”.
Dos de los hombres no resultaron heridos, pero el tercero resultó gravemente herido.
“Vi que la sangre brotaba horriblemente de mi cabeza y comencé a detenerla, y luego me encontré en la sala de emergencias”, dijo la víctima.
Cuando fue atendido por lesiones en la cabeza y la muñeca, y posteriormente liberado, fue a la comisaría a presentar una denuncia, pero al descubrir que era demasiado tarde en la noche, denunció el delito al mediodía del miércoles.
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Con información de LifeSite/Dorothy Cummings McLean
