El baile elegido es ‘Jerusalema’ ―con una letra inspirada en la Biblia―, uno que se ha repetido hasta la saciedad en los últimos meses de pandemia, y que hemos podido ver bailar a sanitarios en hospitales a lo largo del mundo, y a diversos grupos de personas e instituciones.
Sin poner en duda la buena intención del clérigo, ¿es apropiado montar un numerito así en una iglesia, en un contexto litúrgico, en aras a colgarlo en las redes sociales?
Infovaticana.