Llega nuevo obispo Fidencio López Plaza

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“Como familia hemos caminado junto con él en su vida de evangelizador y como un líder espiritual”, afirmó José Luis López Plaza, el menor de hermanos de monseñor Fidencio López Plaza, decimo obispo de la Diócesis de Querétaro.

En San José Iturbide, Guanajuato, abren las puertas de la casa familiar. Se respira un ambiente de paz y tranquilidad, en el recibidor hay fotos de monseñor Fidencio, de todas sus etapas de vida eclesiástica, en el patio crucifijos y una figura tallada en madera de San José, a quien el nuevo obispo le guarda profunda devoción. En la sala, donde una figura de la virgen de los Dolores de Soriano, hay una mesa donde se reúnen en familia.

Desde hace más de 40 años esta casa ubicada en el centro del municipio brindaba cobijo a personas, viajeros que iban hacia Querétaro o que pasaban por San José Iturbide, familias que se albergaron en la casa de la familia López Plaza para pasar la noche como muestra de ayuda al prójimo, siempre había una taza de café y un pan, un lugar de refugió y amor por los demás.

La historia familiar se remonta a más de 70 años cuando el señor Domingo López Díaz y la señora Juana Plaza González unieron sus vidas en la comunidad de La Estancita del Capulí, municipio de San José Iturbide, donde nacieron sus ocho hijos; Fidencio, Gloria, Esther, Filiberto, Efigenia, Rogelia, Fidel y José Luis.

Con 22 años de diferencia el menor de sus hermanos, José Luis habla sobre la experiencia de compartir lazos con un hombre de fe, un pilar para su familia y que desde muy pequeño, según le contaron sus papás, profesa la religión inculcada por el amor familiar.

“La experiencia con el hermano siempre ha sido una experiencia religiosa y de trabajo como hermano mayor, en segunda el sacramento que profesa nos ha llevado y conducido a todos como familia por el camino de la fe”.

Todos nacieron en la comunidad de Estancita, posteriormente partieron a la cabecera de San José Iturbide, ya para ese entonces el mayor de los hermanos, Fidencio, había ingresado al Seminario de Querétaro a iniciar su formación sacerdotal.

“En mi familia ha habido muchas personas dedicadas a la religión, entre mis primas hay por lo menos seis monjas, muchas ya fallecieron, tenemos un tío bisabuelo, el padre Juan Plaza que por 50 años fue vicario en el templo en San José Iturbide y mientras pasaban muchos sacerdotes y fue una de las personas importantes en trabajar en la construcción del templo”.

José Luis cuenta con cariño una de las primeras experiencias que recuerda con su hermano mayor, que desde la niñez le ha representado una figura de respeto.

“Yo tenía 10 años cuando él recibe el sacramento del sacerdocio en la parroquia de San José Iturbide, como uno de los recuerdos primeros que tengo es su ordenación sacerdotal nunca había visto tanta gente junta que no podía ni entrar en el templo, íbamos en camino y me dijo mi hermano Fidencio que olvidó la biblia, si podía regresar por ella fui corriendo regresé y había tanta gente que no pude entrarle la biblia a mi hermano y lo viví en medio de la gente no pude avanzar llegué al templo y ya no pude avanzar”.

Foto: Cortesía | Familia López Plaza

EJEMPLO FAMILIAR

El ejemplo de monseñor Fidencio como hermano mayor lo traslada a la vida familiar, si bien es el pilar que mantiene unida la fe, también es un maestro y consejero, no en título formal sino con el ejemplo y la doctrina que se realiza con las acciones diarias.

“Nosotros siempre hemos sentido muchas ganas de acompañarlo porque esa parte que tiene con la sociedad a nosotros también nos lo refleja todos los días, las experiencias que vive son únicas, cuando uno ve el mundo de Fidencio que permea en la comunidad, cuando vemos ese mundo de cerca es impresionante, hay momentos en donde a uno se le enchina la piel, el sentimiento colectivo de sus mensajes y su homilía y es increíble”.

El señor Domingo López y Juana Plaza, así como sus hermanos mayores vivieron una etapa de formación en los primeros años como sacerdote, siempre lo acompañaron y dieron testimonio de ese espíritu por caminar y hasta llegar al último rincón de las comunidades a llevar la palabra.

“Por la edad que tenemos a mí me toca acompañarlo más en la etapa de su estancia en Tierra Blanca y recuerdo las caminatas, no había acceso por carretera a todas las comunidades, recuerdo caminatas de dos o tres horas para llegar a donde iba a hacer la celebración, eran caminatas tan agradables, tan a flor de piel con la gente”.

Foto: Hugo Arciniega | Diario de Querétaro

UN HOMBRE DE METAS

Si hay una característica que la familia de monseñor destaca es el trabajo para llegar a las metas que uno busca, cumplir con la gran responsabilidad que el Vaticano y el papa Francisco le han conferido, con mucho júbilo y orgullo, pero siempre cercanos.

“Nosotros lo supimos el día 12 de septiembre, el primer sentimiento fue de alegría porque como familia siempre hemos tenido unidad y estuvimos contentos porque regresa a estar cerca de nosotros, por otro lado tiene un reto fuerte y grande porque Querétaro responsabilidad mayor y esperemos en Dios que tenga la fortaleza de seguir haciendo el trabajo que ha hecho en todos los lugares donde ha estado”.

Finalmente, José Luis pidió a la feligresía orar por monseñor López Plaza y abrir sus corazones en todas las parroquias, iglesias y templos, tener siempre presente que el nuevo obispo seguirá recorriendo toda la Diócesis para ampliar esta misión evangelizadora que tiene presente desde el primer día de su ordenación sacerdotal.

“La responsabilidad es importante y nosotros lo apoyaremos como familia, como sangre, siempre nos inculcaron que una vara se dobla fácil, muchas varas es difícil y como familia siempre hemos sido un racimo de varas y en lo posible vamos a apoyarlo y a la Diócesis le pedimos rezar por él y que Dios lo cuide y le de guía porque la responsabilidad es importante”.

Con información de Diario de Queretaro/Alejandro Payán

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