Un estudio publicado en la revista científica Nature sugiere la razón por la que el sistema inmunológico de los niños puede evitar al coronavirus. Los más pequeños son el grupo menos vulnerable a la infección por la Covid-19, como presentan los registros de contagios, y esto se debería a que su sistema de defensa estaría mejor preparado contra el coronavirus que el de los adultos. «Los niños están muy adaptados y muy bien equipados para responder a nuevos virus», sostiene Donna Farber, inmunóloga de la Universidad de Columbia, quien también resalta que, incluso estando infectados, es más probable que desarrollen la enfermedad de forma leve o asintomática.
En el estudio, tres niños menores de diez años de la misma familia desarrollaron anticuerpos contra la Covid-19 y dos de ellos, incluso, experimentaron síntomas leves, pero ninguno dio positivo en test PCR, a pesar de haber sido examinados once veces durante 28 días mientras estaban en contacto con sus padres, que sí dieron positivo. Se debe a que su sistema inmunológico «genera una respuesta inmune realmente rápida y efectiva que apaga el virus antes de que tenga la oportunidad de replicarse hasta el punto de que den positivo en una prueba de diagnóstico con hisopo», indicó Melanie Neeland, inmunóloga y autora del estudio.
Farber asegura que los anticuerpos que desarrollan los niños ofrecen pistas sobre lo que sucede. En un estudio de 32 adultos y 47 jóvenes de hasta 18 años, la inmunóloga de la Universidad de Columbia encontró que los niños producían principalmente anticuerpos contra la proteína pico del coronavirus, con la que la enfermedad se adhiere a las células. Los adultos generaron anticuerpos similares, pero también contra la proteína de la nucleocápsida, que propicia la replicación viral. Que los jóvenes no desarrollen estos últimos anticuerpos quiere decir que no están experimentando una infección generalizada, según Farber, lo que sugiere que la respuesta inmunitaria de los niños parece ser capaz de eliminar el virus antes de que se replique en grandes cantidades.
La razón, según indica Farber, podría ser que sus células T son relativamente ingenuas y, al no estar capacitadas, podrían tener una mayor capacidad para responder a nuevos virus, una respuesta que aún está analizando. También podría estar relacionada con el hecho de que los niños tienen una fuerte respuesta inmune innata, según Alasadair Munro, que estudia enfermedades infecciosas pediátricas en el Hospital Universitario de Southampton. «Se ha sugerido que la rapidez y la escala de su respuesta inmune innata podrían proteger contra el inicio de la infección», aseveró.
Con información de Ideal
